En la Jornada Pro Orantibus: «Solo Dios basta»
El domingo, día 31, Fiesta de la Santísima Trinidad,celebramos también la Jornada ‘Pro orantibus’, es decir, por lo que oran. Es un día dedicado a los monjes y monjas de vida contemplativa. Nuestra Diócesis cuenta con diez monasterios de monjas de vida contemplativa,que oran por nosotros todos los días del año; en este día les queremos mostrar nuestra gratitud y nuestra alta estima por lo que representan para la Iglesia y para la sociedad, orando por ellos y por las vocaciones a la vida contemplativa.
Para muchos, los monjes y monjas son los grandes desconocidos. Además es un hecho queson poco estimados, incluso por católicos practicantesy no se valora debidamente su necesidad para la vida de la Iglesia y de la sociedad. Llevados por el secularismo ambiental y por los criterios dela eficacia y la utilidad, muchos piensan que no tienemucho sentido que personas –y más aún si son jóvenes- se retiren del mundo, para dedicarse de por vida a Dios ya la oración contemplativa, cuando hay tantas necesidades en el mundo y en la Iglesia. Se expresa así un escaso aprecio del valor y de la necesidad de la oración a Dios en la vida de la Iglesia; y se olvida que la mayor pobreza que padece nuestro mundo es la falta del sentidode Dios.
En este Año de la Vida Consagrada, proclamado por el papaFrancisco para toda la Iglesia,y dentro del V Centenario del nacimientode santa Teresa de Jesús, el lema elegido para esta Jornada es «Solo Dios basta». Se trata del verso finalde un conocido poema de la Santa de Ávila.Estas tres palabras expresan el núcleo esencial de las personas contemplativas. Mientrasperegrinamos por este mundo entre luces y sombras, las personascontemplativas nos recuerdan que también hoy Dios es lo único verdaderamente necesario yque hay que buscar primero el Reino de Dios.
«Solo Dios basta» expresa la sublime experiencia del corazón encendido en amor de Dios, a Jesucristo, que brota del alma de santa Teresa de Jesús. Ella lo hizo vida y nos comunicó el gran secreto que da sentido a toda la existencia: la riqueza del que tiene a Dios y nada le falta, porque en Él lo tiene y encuentra todo.
El Papa Francisco nos invitaba en el comienzo de la cuaresma de este año al éxodo, a salir de nosotros mismos. «Solo Dios basta» es la clave para salir de uno mismo y poner en el centro de la existencia Dios; y así lanzarse condecisión, empeño y valentía hacia tantas periferias que la vida ofrece, cerca o lejos, en el propio ser o en los que nos rodean. Salir en la donación del ejercicio activo de la caridad; salir en la oración continua y la intercesión permanente; salir en la acogida y en la ofrenda.
El verdadero contemplativo nose desentiende de nadie ni es ajeno a nadade cuanto el mundo vive; siempre está abierto a Dios y a cada hijo de Dios. Mediante su vida orante, retirada y oculta recibe el amor divino y lo transforma en ofrenda permanente por nuestro mundo y por cada ser humano. Los contemplativos, monjes y monjas, viven la comunión con Dios para comulgar también con los padecimientos de cada hombre. Con su donación y su oración continua, los contemplativos hablan a Dios de los hombres y habla a los hombres del mucho amor que Diosles tiene.
Las personas contemplativas son ‘faros luminosos’ en medio de un mundo que ha perdido la luz de Dios.En nuestro desierto y en nuestras evasiones nos dan el más precioso testimonio de su encuentro con Dios en Cristo Jesús, para que nos sea devuelta la luz a los ojos y nos vuelva a latir el corazón con el fuego del amor de Dios. Nada hace ensanchar el corazón humano tanto como considerar que Dios es el único bien necesario. Porque la vida tiene sentido cuando Dios es reconocido como Bien supremo.
Con mi afecto y bendición,
+Casimiro López Llorente
Obispo de Segorbe-Castellón
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