«Hosana al Hijo de David, bendito el que viene en el nombre del Señor»
Celebración del Domingo de Ramos en la Contatedral de Santa María, Castellón
A las 12,00 h. de este mediodía se ha celebrado en la Concatedral de Santa María, en Castellón, la entrada triunfal de Jesucristo en Jerusalén. La celebración de este Domingo de Ramos da inicio a una Semana Santa que, a pesar de estar marcada por las restricciones de la pandemia, va a poder contar con la participación de los fieles. Esta tarde, a las 19.00h, se ha celebrado en la S.I. Catedral de Segorbe, en una celebración que también ha presidido el Obispo.
La celebración de este Domingo de Pasión ha estado presidida por nuestro Obispo, y se ha desarrollado siguiendo las orientaciones de la Conferencia Episcopal Española, según lo dispuesto por D. Casimiro en el decreto publicado el pasado 16 de marzo procurando el bien espiritual de pastores y fieles. Así, para este primer acto de celebración del presagio del triunfo real de Cristo y el anuncio de la Pasión, tras la monición de entrada se han bendecido los ramos y se ha entrado en el templo en procesión ante los feligreses que ocupaban sus asientos, tal como estaba previsto en las disposiciones.
En la celebración de la Eucaristía se ha proclamado el Evangelio de la Pasión, dando paso a la homilía en la que D. Casimiro ha destacado que, en este Domingo de Ramos «estamos acompañando a Jesús sabiendo que está presente en medio de nosotros como un amigo, como un hermano, también como rey, y nuestra alegría nace del saber que nunca estamos solos, incluso en estos momentos difíciles, incluso cuando el camino de la vida tropieza con problemas y obstáculos que parecen insuperables».
Jesús se entrega por amor a los hombres
Recordando la primera lectura de Isaías (50,6) ha asegurado que Jesús entra en la Ciudad Santa «para recibir una corona de espinas, entra para subir al Calvario cargando un madero, entra en Jerusalén para morir en la cruz». El Obispo ha resaltado que Jesús se entrega voluntariamente a su pasión «por amor a la humanidad y fiel a la voluntad del Padre». Al contemplar a Jesús en su pasión «vemos los sufrimientos de toda la humanidad porque, aunque no tenía pecado , tomó sobre sí lo que el hombre no podía soportar: la injusticia, el mal, el pecado, la mentira, el odio, el sufrimiento y, por último, la muerte».
Vivir la Pasión de Cristo para renovar nuestra fe
La Semana Santa, ha dicho D, Casimiro, «nos sitúa de nuevo ante Cristo, vivo en su Iglesia y el Misterio Pascual, la pasión, muerte y resurrección, que revivimos durante estos días, es siempre actual», porque como discípulos, ha recordado el Obispo, «estamos llamados a decidir si lo acogemos, creemos en él y lo seguimos o no, si estamos con él o contra él, si somos simples espectadores de su pasión y muerte o, incluso, si le negamos con nuestras palabras, actitudes y comportamientos».
Vivir con fidelidad el ser cristiano
Iniciamos esta Semana Santa cantando «Hosana al Hijo de David, bendito el que viene en nombre del Señor, el rey de Israel, Hosana en el cielo» (Mt 21,9) y en la pasión se pone de relieve «la fidelidad de Cirsto frente a la infidelidad humana» ha destacado el Obispo que ha exhortado a los fieles a aprender de Jesús y de su Madre porque «la verdadera fidelidad del cristiano se muestra en el seguimiento de Cristo».
Finalmente nos invita a celebrar estos días en «contemplación meditativa» y que nuestra participación en las celebraciones litúrgicas «nos adentren en un renovado despertar de nuestra fe, de nuestra esperanza y de nuestro amor».
Celebración del Domingo de Ramos en la Catedral, Segorbe
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