Sugerencias de cine en valores
Por Samuel Fonfria
Presentamos dos películas. Una ya ha desembarcado en Netflix hace unas semanas y otra lo hizo el pasado fin de semana. Estamos hablando de: “Amor y monstruos” y “El ejército de los muertos”.
Estas son dos películas muy parecidas, a primera vista, ya que se ambientan en un universo post-apocalíptico. En “El ejercito de los muertos” causado por una invasión zombie en Las Vegas. En “Amor y monstruos”, a causa del acercamiento de un meteorito a la tierra y por el intento de destruirlo con misiles nucleares, muchos insectos y amfibios se convertirán en bestias gigantes que obligarán a los humanos a vivir escondidos. Hasta aquí todo bien. La presentación de las dos historias no es radicalmente diferentes, pero si echamos una ojeada más profunda podremos comprobar que nada tienen que ver entre ellas.
En “El ejército de los muertos”, a los personajes se les presenta la posibilidad de entrar en las Vegas, aislada por la invasión zombie, y robar 200 millones de dólares. Estos, entrarán por el dinero. Muchos ni se plantean qué es lo que hay que hacer al escuchar cuánto dinero van a ganar. Son presentados como mercenarios. Estos personajes quedan enterrados por la tendencia de dar el protagonismo a los antihéroes. A aquellos personajes que no son buenos, pero tampoco podríamos decir que son villanos. Se quedan como en un limbo sin pertenecer realmente a nada. En cambio, “los zombies” son dotados de más humanidad que los anteriores. Los humanos, en muchas ocasiones, quedan atrapados en el absurdo como seres detestables. En definitiva, el espectador lo tiene crudo para resolver el enigma de quienes son los buenos y quienes son los malos. Mejor dicho, qué es el bien y el mal. Y como esta película, hay miles de ficciones que hemos visto últimamente, en las que que la barrera entre el bien y el mal queda emborronada como “Lupin” o “La Casa de Papel”, también de Netflix.
Estas películas y series suponen realmente un problema. Como no tratan temas como el sexo o las drogas, que todos somos capaces de detectarlos como muy poco adecuados, terminamos bajando la guardia. Al final, sin darnos cuenta compramos el discurso que se nos presenta. En esta ocasión, parece que tomarse la justicia por tu mano es lo correcto.
En cambio, “Amor y monstruos” es una historia que nos aporta mucho más. En esta ocasión, el protagonista deberá salir a la superficie y arriesgar su vida para reunirse con su novia. Aquí queda todo sazonado por una pureza que no encontramos en la anterior. Se nos insta a salir de nuestra zona de confort, a pelear por lo que realmente queremos. Amor y monstruos es una historia mucho más valiente que no recurre a la acción barata, ni a los personajes malvados y chulescos que tanto venden hoy en día. Los personajes encarnan conflictos reales que vivimos todos. Todos son un buen ejemplo para la vida, pero no porque sean todos buenos, sino porque son reales. Aunque sea una película fantástica, en su matriz hay realidad.
¿Y qué podemos rescatar de esta comparación? Por una parte, que hay que ir con mucho cuidado con lo que vemos. Pero también, que si sabemos buscar podemos descubrir títulos impresionantes como “Amor y monstruos”. No hay que despreciar una película porque sea de acción, de amor o una comedia. Una buena historia siempre es una buena historia, y si además, nos puede echar un cable en nuestro día a día, pues mejor.
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