Diez jóvenes han participado en la convivencia para discernir la vocación
Organizada por las Hermanas de la Sagrada Familia de Nazaret
Se celebró durante el pasado fin de semana en el Desierto de las Palmas. Allí estas jóvenes han acudido a la llamada de Dios para discernir su vocación.
La convivencia se produjo durante el fin de semana pasado con un programa combinado de charlas, oración y adoración ante el Santísimo Sacramento, con el objetivo de ayudarlas a meditar y reflexionar, a partir de la oración, el plan que Dios tiene para cada una de ellas. Más allá de ofrecer las pautas para discernir la voz del Señor en el día a día, el objetivo de esta convivencia ha sido avivar la conciencia en las jóvenes de que Dios tiene un plan de amor para cada una. Y ese plan puede ser formar una familia, o algo que va más allá como puede ser la vida consagrada.
Tal y como ha asegurado una de las participantes, la experiencia ha sido enriquecedora y motivo para «dar gracias a Dios por su cercanía y querer pasar por cada una de nuestras vidas para que vivamos una vida buena, una vida plena». Esta joven, como el resto de las participantes saben que esta vida se concreta en la vocación, pero «toda vocación -asegura- bien sea al matrimonio o a la vida consagrada, es la respuesta a este Amor de Dios».
En sus declaraciones, esta joven han agradecido a las Hermanas de la Sagrada Familia de Nazaret «por hacer carne este Amor maternal y enseñarnos a responder a este Amor en la oración cotidiana diaria y con su compañía atenta, alegre y tierna. Gracias por la amistad que se forja en la Amistad de Cristo y gracias por la belleza de la Creación que hemos vivido en el Desierto de las Palmas».
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