La parroquia del Santo Ángel de La Vall d’Uixó, primera de la Diócesis en instalar dispensadores de agua bendita
Con motivo de la tradicional fiesta del Domingo de Hora, que se celebró ayer domingo 28 de febrero, la Iglesia Mayor del Santo Ángel Custodio de La Vall d’Uixó ha instalado dos dispensadores que proporciona a los fieles el agua bendita de una forma sencilla y segura en tiempos de pandemia. De esta manera se convierte en la primera parroquia de la Diócesis de Segorbe-Castellón en instalar estos revolucionarios dispensadores de agua bendita, que ha ideado la empresa AquaSanctus de Valencia, y que ya han sido instalados en lugares tan emblemáticos como el Santuario de Fátima, en Portugal, y el Santuario de Ntra. Sra. de Lourdes, en Francia.
Con las pilas de agua bendita se pretende solucionar el grave problema que tiene la Iglesia a nivel mundial al no poder dispensar a sus fieles el agua bendita, un sacramental que recuerda al bautismo y a las promesas que en él hicimos, como renunciar a Satanás y al pecado.
El “Domingo de Hora” es una fiesta Eucarística originaria del siglo XVIII, y de gran arraigo entre los feligreses de La Vall d’Uixó, que tradicionalmente se celebra el primer cuarto domingo de mes dentro de la Cuaresma en la parroquia del Santo Ángel y el tercero en la de La Asunción. La solemne celebración, que dio inicio a las 18’00h., fue presidida por el párroco, D. Vicente Borja Dosdá, y concelebrada por un nutrido grupo de sacerdotes de la Diócesis. Comenzó con la celebración de la Eucaristía, a la que siguió la Exposición Mayor del Santísimo Sacramento, el canto de Vísperas, la Procesión Claustral con el Santísimo y Bendición Solemne, finalizando con el Himno al Santo Ángel Custodio. La parte musical corrió a cargo del Coro del Santo Ángel, que dirigido por Juan Felipe Durá interpretó la Misa Pontifical de Perossi y una selección de motetes eucarísticos preparados para esta solemne función litúrgica. En el transcurso de la celebración, el párroco bendijo las nuevas pilas de agua bendita, que se incorporan al patrimonio de la parroquia para servicio de los feligreses.
Dadas las restricciones del aforo en el templo por la pandemia fue retransmitida en directo por TV4 La Vall para que pudieran seguirla desde los hogares, especialmente los enfermos y ancianos. También en este año se ha suprimido por la pandemia la tradicional merienda de chocolate y coca que cada año sigue a la celebración eucarística en un ambiente de fraternal convivencia.