Las comunidades neocatecumenales de la Diócesis comienzan la “Gran Misión” en las plazas
Las comunidades neocatecumenales de la Diócesis de Segorbe-Castellón iniciaron el domingo pasado, 23 de abril, una gran misión de evangelización en las calles y plazas. Esta “Gran Misión” se prolongará los siguientes domingos hasta el 21 de mayo, en una iniciativa que se está realizando desde hace varios años simultáneamente en unas 10.000 plazas de 135 países.
El Papa Francisco recordaba que cada cristiano está llamado a encontrarse con Jesucristo resucitado “y a convertirnos en sus anunciadores y testigos”. Por eso, una vez más las comunidades neocatecumenales salen a las plazas y ofrecen diversas catequesis para ayudar a las personas a tener un encuentro con Jesucristo a través de la escucha de la Buena Noticia: el kerigma.
La “Gran Misión” consta de 4 encuentros en los que se da respuesta a preguntas como “¿quién es Dios para ti?”, “¿has experimentado en tu vida que Dios existe?”, “¿para qué vives?”, “¿qué es la Iglesia?”, situando en el centro de todos los encuentros el anuncio del kerigma, la respuesta de Dios a la situación existencial de sufrimiento, pecado y muerte, centro de la evangelización y de esta “Gran Misión” en las plazas. Como está siendo habitual, se escucharán los testimonios y catequesis en el contexto del canto de los salmos de la liturgia de las Laudes del día.
En su Exhortación Apostólica postsinodal sobre los jóvenes “Christus vivit”, el Papa insiste en lo que ya había afirmado en la «Evangelii gaudium» (EG 113) y que cree oportuno recordar: “Nada hay más sólido, más profundo, más seguro, más denso y más sabio que ese anuncio. Toda formación cristiana es ante todo la profundización del kerygma que se va haciendo carne cada vez más y mejor» (Christus vivit 214). Por otro lado, el Papa nos exhorta: “¿Adónde nos envía Jesús? No hay fronteras, no hay límites: nos envía a todos. El Evangelio no es para algunos sino para todos. No es sólo para los que nos parecen más cercanos, más receptivos, más acogedores. Es para todos. No tengan miedo de ir y llevar a Cristo a cualquier ambiente, hasta las periferias existenciales, también a quien parece más lejano, más indiferente. El Señor busca a todos,… siempre es bueno y oportuno compartir la alegría del Evangelio. Así es como el Señor se va acercando a todos. (Christus vivit 177).