Los jóvenes de Hakuna acompañan a Jesús en el desierto en su Hora Santa semanal
Como cada lunes, los jóvenes de Hakuna, se han reunido en la Parroquia de El Salvador de Castellón para celebrar su Hora Santa. Cada semana lo hacen acompañados espiritualmente por un sacerdote que, previa adoración al Santísimo, presenta una reflexión que les invita a la meditación junto al Señor.
La de esta semana ha estado guiada por D. José Miguel Sala, Delegado diocesano de Infancia y Juventud y párroco de San Jaime Apóstol de Oropesa. Durante la charla les invitó a vivir el tiempo de Cuaresma desde la conversión personal y la apertura del corazón a Cristo. De esta forma, a través de la meditación, pudieron acompañar a Jesús en el silencio y la soledad del desierto, para vivir la experiencia espiritual extrema a la que Jesús se enfrentó y que no estuvo exenta de tentaciones. «A través del silencio -dijo D. José Miguel- podemos trabajar nuestra relación con Dios, de modo que su Espíritu nos guie y nos de la fortaleza necesaria para que nada nos distraiga».
«Entonces fue conducido Jesús al desierto por el Espíritu para ser tentado por el diablo. Después de haber ayunado cuarenta días con cuarenta noches, sintió hambre. Y acercándose el tentador le dijo: Si eres Hijo de Dios, di que estas piedras se conviertan en panes. El, respondiendo, dijo: Escrito está:
No sólo de pan vive el hombre, sino de toda palabra que procede de la boca de Dios.
Mateo 4, 1-11
A partir de la narración que describe el evangelista, se introdujo la reflexión sobre las tentaciones a las que fue sometido el propio Jesús. Unas tentaciones que se dan tras cuarenta días en el desierto del silencio y la soledad, tan solo acompañado del ayuno y la oración. Al igual que sufrió el mismo Jesús, todos nosotros podemos ser tentados en cualquier momento, máxime cuanto más agotados y débiles nos sintamos como le ocurrió a Jesús en el desierto. Ante todo ello está la fortaleza que recibimos del mismo Espíritu Santo para mantenernos firmes en la fe, a través de la Palabra de Dios y de los Sacramentos. En esta Cuaresma, D. José Miguel Sala les invitó a entregar su corazón a Jesús para vivir y sentir este tiempo litúrgico desde la conversión personal con esperanza y poniendo la mirada en la «alegría de la Pascua».