El Obispo, D. Casimiro, anima a seguir el ejemplo de María en la Misa en honor a la Virgen de la Cueva Santa de Segorbe
Allá en la sima, que en la cumbre está
Nuestra Patrona honra ese lugar
Que el pueblo venera con gran devoción
¡Virgen de la Cueva Santa!
(del Himno a Segorbe)
Las celebraciones con motivo de las fiestas patronales de Segorbe continuaron ayer, día dedicado a la Virgen de la Cueva Santa, con una Eucaristía que presidió nuestro Obispo, D. Casimiro López Llorente, y que congregó por la tarde a una gran cantidad de segorbinos en la S.I. Catedral.
Nuestro Obispo, D. Casimiro, dio gracias a Dios por la Virgen, porque “nos ha dado a tan dulce Madre, a María, la Virgen de la Cueva Santa”, y a ella le confió “la vida de nuestro pueblo y de sus habitantes, de nuestras familias y de nuestras parroquias, y también de nuestra Iglesia diocesana de Segorbe-Castellón, de la que también es Patrona”.
Es nuestra Patrona, dijo en la homilía, “porque guía nuestros pasos con sus palabras y con su ejemplo de fe viva y vivida”, también “los de cada una de nuestras familias cristianas, los de nuestras parroquias y asociaciones, y los de nuestra Iglesia diocesana”.
Explicó que son cuatro las palabras que sintetizan la actitud y el comportamiento de María: escuchar, creer, seguir y llevar. La Virgen escucha a Dios y su Palabra; cree en Dios y se fía de Él; sigue la llamada de Dios, y sigue en todo momento a su Hijo, hasta el pie de la cruz; y actúa, se pone en camino y lleva a su Hijo a su prima Isabel.
Esas actitudes y comportamientos, dijo, “indican nuestro camino, para los bautizados, el que nos pide el Señor seguir en nuestra vida personal, y el camino que han de seguir nuestras parroquias y nuestra Iglesia diocesana”. Siguiendo el ejemplo de María, el Obispo exhortó a “saber escuchar a Dios, a dejarse interpelar por Él”, y a “saber escuchar los acontecimientos de cada día, prestar atención a las personas y a los hechos”.
Todo cristiano debe ponerse en camino para “llevar a Cristo a los demás”, lo que se concreta en “amar al prójimo”. Esta es nuestra tarea, la de nuestra Iglesia y la de nuestras parroquias, “ofrecer a los demás a Cristo Jesús”, y como María “hemos de salir a prisa, para mostrar a tantos niños, jóvenes, tantas personas alejadas…, lo más grande que tenemos, que es Cristo Jesús muerto y resucitado”.
Año Jubilar diocesano
Al finalizar la homilía, D. Casimiro anunció el Año Jubilar diocesano que comenzaremos en abril con motivo del 775 aniversario de la creación de la sede episcopal en Segorbe, “y por lo tanto de la Diócesis, donde brota toda la vida diocesana”.
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