Todos los Santos: “Celebramos el triunfo de tantos y tantos que han llegado a la meta y contemplan ya la gloria del Padre”
D. Casimiro ha presidido la Eucaristía en el camposanto de Castellón por la mañana, y por la tarde en el de Segorbe
“Hoy celebramos el triunfo de tantos y tantos que han llegado a la meta y contemplan ya la gloria del Padre”. Con estas palabras de nuestro Obispo, D. Casimiro, daba comienzo esta mañana la Misa, en el cementerio de San José de Castellón, en la solemnidad de Todos los Santos. También ha sido así por la tarde en el camposanto de Segorbe, donde previamente se ha rezado el Santo Rosario en memoria de los fieles difuntos.
En la Santa Misa de esta mañana en Castellón, han concelebrado numerosos sacerdotes de la ciudad, entre ellos el capellán del cementerio, D. Juan Manuel Enrich, y el Vicario de Pastoral, D. Miguel Abril, acompañados de varios diáconos y de los seminaristas de la Diócesis.
Un gran número de fieles y de familias ha acudido a la celebración en el camposanto, así como la alcaldesa, Dña. Amparo Marco, junto a varios miembros de la corporación municipal y a otras autoridades.
Por la tarde, en Segorbe, tras el rezo del Santo Rosario se ha celebrado también la Eucaristía, también presidida por D. Casimiro y concelebrada por el Deán de la Catedral, D. Federico Caudé, el Rvdo. José Manuel Beltrán, y el secretario, D. Ángel Cumbicos, acompañados por el diácono.
«Vi una muchedumbre inmensa, que nadie podría contar, de todas las naciones, razas, pueblos y lenguas»
La liturgia de hoy, indicaba el Obispo en sendas homilías, “nos invita a compartir la alegría y el gozo de todos los santos, que son todos aquellos que son felices para siempre”, ellos son “una multitud inmensa que nadie puede contar”, son los santos reconocidos por la Iglesia, “pero también esa inmensa mayoría de santos desconocidos que supieron acoger la santidad de Dios en su vida, y que siguiendo a Cristo Jesús han podido llegar también a la gloria para siempre”.
Ellos eran padres, “que supieron entregar su vida por los hijos, educándoles en la fe, y que supieron vivir el amor de Dios en su matrimonio”; también “sacerdotes, religiosos y religiosas, que entregaron su vida para que el amor de Dios pudiera llegar a los demás”; eran “trabajadores, que supieron colaborar con el bien común con honradez”; también “políticos, que supieron trabajar desinteresadamente por el bien común, por la paz y por la justicia”; “empresarios, que entregaron su vida y su dinero para colaborar en el desarrollo de la sociedad”; “personas mayores, sencillas, que supieron orar para que la Iglesia del Señor siguiera caminando hasta el encuentro definitivo con el Señor”, ha explicado D. Casimiro.
«Veremos a Dios tal cual es»
“Los cristianos no celebramos la muerte, ni la ocultamos, celebramos la vida porque por el Señor la muerte ha quedado vencida para siempre”, y así, como San Pablo podemos decir: “Nada ni nadie nos podrá separar del amor de Dios manifestado en Cristo”.
El Obispo también ha respondido a la pregunta de qué es la santidad. “Dios es el único santo, y la santidad es la síntesis de la plenitud de Dios, que es amor, que se derrama enviándonos a su Hijo Jesucristo”.
Solo a través de Él podemos participar de la santidad de Dios, “y esa es nuestra vocación, ser santos”. Como nos enseña la Iglesia, “todos los cristianos, de cualquier estado o condición, estamos llamados a la plenitud de la vida cristiana y a la perfección en el amor”, ha señalado.
«Alegraos y regocijaos, porque vuestra recompensa será grande en el cielo»
Por lo tanto, “son santos los que viven unidos a Cristo Jesús, cultivando el estado de gracia y la vida nueva que el Señor ha implantado en nosotros, desde el mandamiento nuevo del amor”. “Ellos son para nosotros un ejemplo de como es posible la santidad, don de Dios”.
D. Casimiro ha exhortado a celebrar el día de hoy “con alegría, pero también con esperanza, porque ellos nos muestran que el final de nuestro recorrido por esta vida no es el muro de la muerte y la oscuridad, sino el encuentro con el Padre, para participar de su luz por los siglos de los siglos junto a tantos que nos han precedido”.
Tras la Eucaristía, el pasillo central del cementerio ha acogido la procesión hasta la Cruz, donde el Obispo de la Diócesis ha rezado un responso por el descanso eterno de todos los fieles difuntos. Además, la Alcaldesa ha depositado una corona de flores en memoria de todos ellos.
La celebración en Segorbe
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