«Dios se hace pobre en Cristo Jesús para enriquecernos con su pobreza»
Solemnidad de la Natividad del Señor
Mons. Casimiro López Llorente, ha presidido este mediodía la Solemne Eucaristía de la Natividad del Señor en la Concatedral de Santa María, en Castellón. ha estado concelebrada por el Cabildo Catedral y párroco de Santa María, D. Miguel Simón, y el Vicario parroquial, D. David Barrios, así como por el Secretario, D. Ángel Cumbicos.
Is (52,7-10); Heb (1,1-6); Juan (1,1-18)
«Y el Verbo se hizo carne y habitó entre nosotros»
Hoy, la través de la Palabra de Dios, recibimos el sentido y el significado de nuestra fe. En el mismo Jesús advertimos que la Palabra de Dios es una persona: Jesús. En él la Palabra de Dios y sus promesas se vuelven vivas.
El Hijo de Dios se hace nuestro hermano y centro de nuestras vidas. En Jesús, Dios Padre nos revela quién es él: un Dios que ama, un Dios que salva, cercano a su pueblo. Por medio de Jesús, Dios nos vincula a sí mismo y él se vincula a nosotros, comparte plenamente nuestra vida. Por medio de y con Jesús podemos responder al amor de Dios en fiel entrega a Dios y los unos a los otros.
Todas las lecturas de este 25 de diciembre, Natividad de Nuestro Señor Jesucristo, nos hablan del poder y la majestad de Dios. Isaías anuncia: «¡Tu Dios reina! Y los confines de la tierra verán la salvación». El salmo nos invita a aclamar al Rey. Del mismo modo, Pablo proclama que «el Hijo está sentado a la derecha de la Majestad de Dios» y Juan, afirma solemnemente la divinidad de Jesucristo: «el Verbo eterno hecho carne que habitó entre nosotros lleno de gracia y verdad y del que vimos su gloria como unigénito del Padre».
Cada año, tal co o ha advertido D. Casimiro durante la homilía, «recordamos este acontecimiento, que no es algo solo del pasado, sino que se hace presente para que contemplándolo y adorándolo, dejemos que Dios nazca en nuestro corazón, que nazca en nuestras familias, que nazca en nuestro mundo para que recobre la luz de Dios, para que acoja la vida de Dios».
En el «niño frágil y débil» Dios se hace hombre, ha recordado nuestro Obispo, «asume nuestra naturaleza, nuestra condición, se hace uno como nosotros, excepto en el pecado, y asume nuestra condición mortal y muriendo, sea vencida la muerte y así aparezca la vida». El Misterio que contemplamos hoy «es la unión de Dios y el hombre para siempre; y Dios se hace pobre en Cristo Jesús para enriquecernos con su pobreza».
Dios con nosotros
En el Misterio de la Natividad, ha dicho nuestro Obispo, «Dios ha entrado en nuestra historia, en la historia personal, en la historia social, en la historia humana. Y lo ha hecho para siempre». Dios ha venido a nosotros, ha recalcado D. Casimiro, «para que tengamos luz en nuestro caminar, para que andemos por senderos de paz, de justicia, de verdad, de amor y de gracia».
Enmanuel es «Dios con nosotros, que se ha quedado presente no solo en su Palabra, en su Iglesia, sino sobre todo en la Eucaristía, para que contemplemos el Misterio que hoy celebramos, que en ese trocito de pan está unido Dios con nosotros para siempre como fuente permanente de su amor, de su luz, de su vida».
En este sentido, ha exhortado a «contemplar el Misterio que celebramos» y a acoger a Dios y el don gratuito que con Él se nos da».
Mensaje por la Paz
Nuestro Obispo nos ha invitado a elevar oración por la paz y «que la violencia sea vencida por la fuerza del amor, para que cesen las guerras y reine la paz, de una forma esencial, en la tierra que lo vio nacer, en Ucrania y también en otras partes del mundo». Del mismo modo ha exhortado a los fieles para que los buenos deseos de estos días lleguen a todos los ambientes de nuestra vida cotidiana, que sea respetada toda persona humana, porque todos, como criaturas de Dios, gozan de la misma dignidad».
Para concluir, ha insistido en que «la paz esté en nuestros corazones y se abra en oración de gracias a Dios que cura, sana y perdona; y que el mensaje de solidaridad y de acogida en los días de Navidad, contribuyan a crear una sensibilidad más profunda hacia los más pobres y necesitados, para que la Navidad sea para todos la fiesta del amor, de la alegría y de la paz, porque nos ha nacido el Salvador, el Mesías, el Señor».
La Solemne Eucaristía ha estado interpretada, en la parte musical, por la Coral Barreros de la Mare de Deu del Lledó y, al órgano, Augusto Belau.
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