Acción de Gracias por las Hijas de María de Jérica en su 75º Aniversario
La Parroquia de Santa Águeda de Jérica ha acogido esta mañana la Eucaristía de Acción de Gracias en el 75º Aniversario de las Hijas de María que ha presidido el Obispo de la diócesis de Segobre-Castellón.
Tras la proclamación del Evangelio, D. Casimiro ha puesto de relieve «la elección de María como predilecta para ser la Madre de Dios». Ella es, ha recalcado el Obispo, «bendita entre todas las mujeres y bendito el fruto de tu vientre, Jesús». La palabra proclamada ha servido a D. Casimiro para recordar que Dios nos entrega a su Hijo a través de María «por puro amor a los hombres».
No ha olvidado, en este sentido, que en el momento actual, «la mayor tentación del hombre y de la mujer de hoy, es querer vivir como si Dios no existiera, diseñando su propia vida a espaldas de Dios». El rechazo del ser humano hacia Dios hace que «Él mismo muestre que su amor es misericordioso y sale continuamente a nuestro encuentro, porque Dios no se arrepiente de habernos creado y nos envía, a través de la Inmaculada a su Hijo para que todo el que crea en Él tenga vida eterna».
El Obispo ha exhortado al gran número de fieles que han acompañado a las Hijas de María de Jérica en la celebración, a seguir el ejemplo de María en el pasaje de la Anunciación que se ha proclamado en la liturgia de la Palabra, y «escuchar, creer, acoger y llevar la Palabra de Dios». Así ha hecho un guiño al reto pastoral del Primer Anuncio de este curso para a través de María «llegar a la plenitud del amor que es lo que todos llevamos en el corazón».
La celebración de hoy ha puesto de relieve la riqueza de nuestra Iglesia diocesana a través de entidades como las Hijas de María de Jérica que, como la Madre de Dios, escuchan, acogen y confían en Dios, siendo, como la Virgen, discípulas misioneras del amor de Dios y, en este sentido, nuestro Obispo les ha invitado a mostrarlo la con alegría de quienes, como María, nos sentimos amados por Dios.