DANA: Unidos a Cristo y en Cristo «por la caridad»
Fieles de toda edad y condición, sacerdotes y seminaristas de la Diócesis de Segorbe-Castellón siguen, a ejemplo del mismo Jesucristo, dándose a los damnificados por la trágica DANA que ha azotado, con especial virulencia, a la provincia de Valencia, entre otras zonas del territorio nacional.
La Liturgia de la Eucaristía nos da la clave, en cada Santa Misa, de la razón fundamental de nuestra fe: unidos en comunión al Papa Francisco y a nuestro Obispo, el sacerdote celebrante eleva plegaria eucarística ante la asamblea, para que el Señor tenga presente a su Iglesia, «extendida por toda la tierra» para que la lleve «a la perfección, por la caridad».
Es la caridad lo que estos días mueve el corazón de nuestro Obispo que, desde el mismo día de la tragedia elevaba oración al cielo y pedía al Pueblo de Dios de Segorbe-Castellón que se uniera a la plegaria. Y no solo eso, sino que, fieles a la misión encomendada, desde el pasado fin de semana, tanto los feligreses de las parroquias diocesanas, como los propios sacerdotes, y aquellos otros miembros de diferentes asociaciones y realidades eclesiales se han ido organizando para, bien a través de Cáritas Diocesana, a partir de sus propios medios, o incluso en colaboración con diferentes ayuntamientos, ser instrumentos de la misericordia del Señor con su pueblo.
El párroco de Sedaví, D. César García, ha acogido con afecto y profundo agradecimiento la ayuda recibida de la Parroquia San Jaime Apóstol de Oropesa del Mar, de manos de su párroco D. José Miguel Sala. Ambos unidos a Cristo y a su Iglesia a través de su Ministerio, se conocieron hace un par de meses al coincidir en una peregrinación que unió a dos grupos de Emaús de las diócesis de Valencia y Castellón.
Tras conocerse los devastadores efectos de la DANA y estando el municipio de Sedaví afectado, pronto se ofreció ayuda al sacerdote Valenciano y se organizó la recogida de alimentos y material necesario «de parroquia a parroquia para cubrir las primeras necesidades de los fieles y vecinos» que en los primeros días tras la catástrofe están siendo tan necesarios. Y es que la Iglesia, aunque no aparezca en los titulares de los medios de comunicación convencionales, a través de las Cáritas parroquiales o, como en este caso, «entre hermanos», está siempre «al lado de los más vulnerables» para mostrar el rosto de Cristo, aseguran ambos sacerdotes.
Y el rostro de Jesucristo ha llegado a la parroquia Ntra. Sra. del Rosario, en Sedaví, con un convoy de un camión, dos furgonetas y varios vehículos, «con todas las necesidades que han demandado y que hemos podido recoger hasta ahora», comenta D. José Miguel Sala, fundamentalmente, «material y artículos de higiene, desinfección y limpieza» que vendrán muy bien para acometer la siguiente fase. Los vecinos se unieron en cadena para almacenar en la misma parroquia los alimentos y material que D. César García y su comunidad repartirán entre los vecinos.
Al mismo tiempo, una joven de Effetá Castellón que estudia en Madrid ha movilizado a sus compañeros y a su propia universidad y bajo el lema «Amarás al prójimo como a ti mismo» ha abierto una linea para recaudar fondos de ayuda directa a la Parroquia Nuestra Señora del Rosario, en Sedaví.
Esta, como tantas historias que estos días nos están haciendo llegar diferentes sacerdotes diocesanos, la propia Cáritas de Segorbe-Castellón o diferentes realidades eclesiales de nuestra diócesis, son la muestra palpable y visible del rostro de la Iglesia.