D. Casimiro honra la figura de San José, «hombre justo, de fe y de confianza en Dios que acogía su Palabra y su voluntad»
La Iglesia de Segorbe-Castellón celebra el día del Seminario
La Concatedral de Santa María ha acogido este mediodía la celebración de la Solemnidad de San José, esposo de María la Virgen, Padre legal de Jesús, Patrono de la Iglesia Universal, de los seminarios, y de los trabajadores, entre otros colectivos.
La Eucaristía ha estado presidida por Mons. Casimiro López Llorente, Obispo de Segorbe-Castellón y concelebrada por D. Miguel Simón, párroco de Santa María, así como por los rectores de los seminarios de nuestra Diócesis, formadores y vicarios parroquiales de Santa María y en la que han participado el conjunto de seminaristas del Seminario Diocesano Mater Dei – Mayor y Menor, y el Seminario Diocesano y Misinonero Redemptoris Mater de Betxtí.
Tras la proclamación de la Palabra, D. Casimiro ha honrado la figura de San José recordando los datos que ofrecen las Sagradas Escrituras y poniendo el valor el conjunto de virtudes entre las que ha destacado «su apertura a Dios, la escucha de la voluntad de Dios, y la acogida pronta de su palabra».
San José, ha recalcado D. Casimiro, «era un hombre justo, de fe y de confianza en Dios que escuchaba la Palabra de Dios y hacia la voluntad de Dios en su vida». El Obispo ha recordado la lectura del Evangelio para ensalzar su papel de esposo de María «tras escuchar la Palabra de Dios a través del ángel y así supo que del seno de la Virgen nacería un niño, al que pondría de nombre Jesús y asumiría la paternidad legal sobre el niño».
En este sentido ha exhortado a «escuchar en silencio la Palabra de Dios y su voluntad, para saber lo que Él quiere en nuestra vida. personal, comunitaria y responder a la vocación que salga la escucha de la Palabra, como María y José». Y esa apertura a Dios, ha resaltado D. Casimiro, está basada «en la confianza en Él para acoger en todo momento lo que Él quiere, y en un dialogo con Él ir diseñando cuál es el camino que propone a cada uno en su vida».
Día del seminario
El Obispo ha recordado que hoy se celebra el Día del Seminario cuyo lema es «Señor, envíanos pastores». Ha recordado, junto a los rectores, formadores y seminaristas que le acompañaban en la celebración, la necesidad que tiene la Iglesia de tener pastores, que en nombre de Jesús y con el corazón del Padre, sigan atendiendo a nuestras comunidades».
En este sentido, ha insistido a fomentar la cultura vocacional y contribuir desde la responsabilidad de cada uno (familia, formadores, catequistas) «al discernimiento de nuestros niños, de nuestros adolescentes y de nuestros jóvenes». Ha exhortado a contar con Dios en nuestra vida porque de lo contrario «dificilmente lo vamos a tener en cuenta a la hora de diseñar el proyecto de nuestra vida según Él».
Todos, ha insistido D. Casimiro, «venimos a esta vida porque somos llamados por Dios desde su amor para viviendo en el amor a Dios y a los hermanos llegar a la plenitud de la vida». La llamada de Dios se refuerza en nuestro Bautismo, «haciéndonos hijos e hijas suyos, para que viviendo las huellas de Jesús, vayamos caminando hacia la santidad». Y tres son los caminos, ha recordado el Obispo: «el sacerdocio para, siendo pastores, con el corazón del Padre, ponerse al servicio de las comunidades; la vida consagrada, poniéndose al servicio de los hermanos según el carisma de cada instituto; o el matrimonio, viviendo el amor entre el hombre y la mujer como expresión y signo del amor de Dios en sí, siendo también sacramento de su amor para el mundo».
Escuchando y acogiendo la Palabra de Dios, ha concluido D. Casimiro «caminemos como Iglesia peregrina del Señor bajo la protección y el ejemplo de patrono de la Iglesia Universal y de nuestros seminarios, San José, esposo de María la Virgen y Padre de Jesús».