Monseñor López Llorente invita a vivir la caridad con los más cercanos el día grande de «Les Purisimeres» de Vila-real
La Hijas de María Inmaculada de Vila-real, conocidas popularmente como «purisimeres», han celebrado esta mañana la fiesta principal de la congregación a las 10:30, que ha sido presidida por monseñor López Llorente en la iglesia arciprestal de san Jaime. El obispo de la diócesis ha manifestado en la homilía que no podemos construir nuestra vida al margen de Dios: «la soberbia de nuestros primeros padres les llevó a desobedecer a Dios»; pero Dios, que es amor, «prometió un redentor que, en la nueva Eva que es María, reconciliaría al ser humano, a cada uno de nosotros».
Don Casimiro ha destacado que María fue preservada desde el primer instante de su concepción de toda mancha de pecado, del pecado original, y comienza en ella la aurora de la salvación. «Ella se convierte así -ha continuado- en la madre de todos aquellos que creen y se fían de Dios (…) y nos muestra el camino ante Él (…). No celebraríamos con verdadera fe y devoción a María Inmaculada si no la contempláramos como la agraciada y nos mirásemos también a nosotros mismos como agraciados por Dios, para lo que en ella fue desde el principio se vaya en nosotros generando y se haga realidad al final de nuestra vida».
Asimismo, el obispo de la diócesis ha afirmado que María es también modelo de amor y caridad, centro y eje de la oración de nuestra iglesia de Segorbe-Castellón este año. «Reavivar -ha puntualizado- la vida de la gracia para construir nuestra existencia como hijas e hijos amados por Dios. Dejarse llenar por su amor, contemplar la palabra, como hizo María cuando fue visitada por el ángel. Solo en ese ambiente de recogimiento y meditación es posible escuchar a Dios. Vivimos en una sociedad con mucho ruido, con tantas distracciones, y la Virgen nos muestra el camino de la contemplación y el silencio para escucharle. Solo agraciados por Dios podremos mostrar a los demás ese amor que Él nos tiene y pasaremos por el mundo haciendo el bien».
Un proyecto que empieza por las personas que tenemos a nuestros lado, que son un don de Dios para cada uno de nosotros a los que debemos proteger, respetar, perdonar, acompañar. «No podemos hablar de amor al prójimo más lejano si no queremos a los que tenemos a nuestro lado. Qué fácil es dar una limosna a aquel que no vemos y qué difícil es acoger a aquel que convive día a día con nosotros», ha remachado.
La fiesta principal de «les purisimeres» continúa esta tarde con la tradicional sabatina, que se celebra a las 18:30 horas y la solemne procesión por las calles de costumbre, a las 19:00 horas. Al entrar la Virgen en la iglesia, se entonará el «Tota Pulchra».