Vida Ascendente festeja a sus patronos, San Simeón y Santa Ana
Cada 2 de febrero la Iglesia celebra la festividad litúrgica de la Presentación del Niño Jesús en el Templo. Una jornada en la que Vida Ascendente conmemora a sus patronos, San Simeón y Santa Ana. Los miembros del movimiento en Diócesis de Segorbe-Castellón lo celebraron ayer en la parroquia de San Vicente Ferrer de Castellón con una Eucaristía en su honor, que estuvo presidida por Mons. Casimiro López Llorente.
Durante la homilía, el Obispo se refirió a la consagración de Jesús al Padre «que rememora también nuestra propia consagración como cristianos». En la Presentación de Jesús en el Templo, las Sagradas Escrituras, nos llevan hasta Simeón y Ana «que tuvieron la dicha y el gozo de encontrarse con el Señor», dijo D. Casimiro, y son los patronos de Vida Ascendente, «cuyo ejemplo nos ha de ayuda a crecer en la fe para aumentar la fraternidad entre vosotros y acogiendo al Mesías seáis también testigos suyos allá donde os encontréis».
Se refirió a los dos personajes bíblicos destacando las virtudes de ambos. De Simeón, dijo el Obispo, «movido por el Espíritu Santo, va al templo y acoge a Jesús en sus brazos dando gloria y alabanza a Dios por ese encuentro; y Ana da gracias a Dios y lo anuncia ante todos aquellos que esperaban la redención».
«Encuentro, fe y anuncio», son las palabras que resumen la actitud de Simeón y de Ana tras el encuentro con el Señor cuya máxima es «reconocerlo como el Hijo de Dios, el Mesías, el Salvador», recalcó D. Casimiro.
Así se refirió a cómo, en cada Eucaristía, «Jesús sale a nuestro encuentro para fortalecer nuestra fe y alimentar nuestra vida cristiana, a través de la Palabra de Dios viva, aquí y ahora, que nos alimenta y nos ayuda a crecer en la fe para creer de verdad en Él».
La necesidad de alimentar nuestra fe, centró parte de la homilía. Por ello el Obispo puso en valor acudir al encuentro con el Señor «para dejarnos iluminar por su palabra, alimentarnos por la Eucaristía y así avivar nuestra fe, tan necesaria en nuestros tiempos en que si no tenemos ese encuentro personal y comunitario con el Señor corremos el peligro de desfallecer y dejarnos llevar por un ambiente no favorable a la fe cristiana».
Este movimiento laical de jubilados y mayores tiene como objetivo llevar y fomentar el mensaje evangélico a los jubilados y mayores para que los mismos puedan poner al servicio de este mensaje su caudal de fe. Así, D. Casimiro les exhortó a ser luz ante los demás para anunciar, como Simeón y Ana, que caminamos hacia el encuentro definitivo con el Señor. «Encuentro y acogida en la fe para, una vez hemos recibido al Señor, llevarlo a los demás y hablar de Él», dijo el Obispo.
Como cristianos y como miembros de Vida Ascendente, «el Señor pone en vuestra manos ser anunciadores de Cristo y de su Evangelio siendo testigos suyos» y recordando los objetivos del apostolado que, en comunidad, crecen en la Fe, fomentan la amistad y se conciben como miembros activos de la Iglesia y de la Sociedad, «llegue a todos Aquel que enriquece vuestra vida cristiana, porque a todos está destinado».
D. Casimiro concluyó la homilía dando gracias a Dios por los miembros de Vida Ascendente de la Iglesia de Segorbe-Castellón, exhortándolos a llevar a todos los pueblos de la Diócesis el apostolado para ayudar a todos aquellos que desfallecen en la fe.
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