142 jóvenes abren el corazón a Dios en el III Retiro de Effetá de nuestra Diócesis
El Obispo de Segorbe-Castellón presidió ayer la Misa de Clausura ante cientos de familiares y amigos que les acompañaron en la celebración final
Este pasado fin de semana, el apostolado parroquial Effetá, adscrito a la parroquia de La Santísima Trinidad de Castellón, ha celebrado el tercer retiro para jóvenes de nuestra Diócesis. Han sido 48 horas muy intensas en las que se ha desgranado el pasaje evangélico de San Marcos (7, 31-37) con el fin de facilitar el encuentro personal con Jesucristo a 72 jóvenes que han participado por primera vez en este retiro de fin de semana, que se concibe como una herramienta de Primer Anuncio, y que supone «un antes y un después» en la vida de muchos jóvenes.
A nivel espiritual, el retiro ha estado asistido por el Padre Rafael Manzaneque, párroco de La Santísima Trinidad que acoge este apostolado juvenil, y convocado por otros 71 jóvenes que han participado en el mismo como servidores que acompañan al encuentro con Jesucristo.
Nada se cuenta de lo que ocurre en el interior del retiro durante el fin de semana, pero lo que sí es evidente es que la grandeza de Dios se manifiesta tal como reflejaban ayer tarde los rostros de los participantes durante la celebración eucarística de clausura.
La Misa final estuvo presidida por el Obispo de Segorbe-Castellón, Mons. Casimiro López Llorente y concelebrada por D. Rafael Manzaneque y varios sacerdotes de la Diócesis de Segorbe-Castellón, la de Valencia y la de Orihuela-Alicante. Y es que en este retiro han participado jóvenes de las tres diócesis dando visibilidad, como dijo ayer tarde nuestro Obispo, a la riqueza y comunión de la Iglesia Católica.
¡Ábrete!
En la Liturgia de la Palabra, se proclamaron las lecturas del día y, excepcionalmente, el Evangelio según S. Marcos que da nombre al retiro. Siendo así, las palabras de nuestro Obispo hicieron especial hincapié a que también nosotros, «estamos sordos al deseo de creer y de ser felices por no escuchar nuestro corazón, siendo incapaces de reconocer la pena o el dolor que llevamos dentro y abrir nuestro corazón a Dios».
Así, tal como se refleja en el pasaje evangélico, «Jesús viene y nos toca para que escuchemos, para que hablemos, para que nos desahoguemos, para que expliquemos nuestros sufrimientos, a veces también la oscuridad de nuestra vida, porque Él quiere darnos luz, darnos vida y darnos esa felicidad que tantas veces buscamos en fuentes que están contaminadas».
D. Casimiro, siendo padre y pastor, transmitió, especialmente a los jóvenes, el amor, el perdón y la misericordia de Dios que es quien «verdaderamente nos muestra el horizonte en nuestro caminar y nos da aliento y esperanza». Dio gracias a Dios por lo que «ha acontecido estos días de retiro en cada uno de vosotros y por los dones que cada uno ha recibido, porque cada uno sabe dónde le ha tocado el Señor, dónde le ha sanado, dónde le ha acompañado y la luz que ha percibido en estos días para seguir caminando».
Acompañar
El Obispo puso también el énfasis en el objetivo pastoral de este curso que se centra en el acompañamiento espiritual. En este sentido animó a los participantes a seguir caminando en las reuniones semanales que Effetá celebra cada jueves en la parroquia de la Trinidad. A los servidores, les pidió ser pilares de ese acompañamiento necesario y siempre guiados por la luz del Espíritu santo; y a los caminantes, dejarse acompañar para evitar que esta experiencia sea, dijo, «como una mascletá, y podáis seguir caminando en la fe y profundizar en vuestro encuentro con el Señor para que la llama que se ha encendido no se apague, sino que siga alumbrando vuestra vida y os vaya dando consistencia en vuestro caminar como cristianos».
Finalmente, puso a los pies de la Virgen María, los frutos del retiro, «para que os siga protegiendo y guiando en el caminar, por el bien vuestro, el de vuestras familias y el de tantos jóvenes a los que queréis dar testimonio». Y para concluir les encomendó la misión de «id y contar lo hermoso que es estar junto al Señor».
Testimonio del encuentro
Antes de la bendición final, dos jóvenes participantes dieron testimonio de los vivido y experimentado durante el fin de semana. En ambos casos destacó el encuentro con el Señor a través del amor, de la entrega y del servicio. Marisol reconoció que, siendo hospitalaria de Lourdes, conoce el mandamiento del amor al prójimo, pero no hasta el extremo de «como a ti mismo» y eso, dijo, «es lo que me llevo de este fin de semana».
Del mismo modo, Juan explicó cómo la repentina muerte de su madre, «la mujer más buena del mundo» le alejó de Dios culpándolo de lo ocurrido. Durante el fin de semana, ha descubierto, «el sentido de muchas cosas y, sobre todo, el amor de Dios».
Próximo Retiro de Effetá
La asamblea saltó de júbilo cuando, Laura Basiero y Patricia Martínez, coordinadoras del retiro anunciaron las fechas del próximo encuentro que se celebrará, D.M, el 28 de febrero y el 1 y 2 de marzo en el Seminario Mater Dei.
En su intervención quisieron reflejar que Effetá no representa a ningún movimiento de la Iglesia y que «caben todos los que se quieran unir». Explicaron que son un apostolado parroquial «que trabajamos para la Iglesia en comunión con nuestro Obispo, D. Casimiro» a quien manifestaron su apoyo «siempre y, especialmente, presidiendo la Misa de Clausura» de ayer.
Effetá nace de la experiencia de los Retiros de Emaús y está presente en nuestra Diócesis desde el pasado año.
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