III Viernes solidario: «Crisis energética»
No explotarás a viudas ni a huérfanos. Si los explotas y gritan a mí, yo escucharé su clamor.
(Éxodo, 22,21-22)
Una de las cosas que está afectando a la vida de las personas y familias es la crisis energética que está suponiendo un aumento del precio de la electricidad, el gas y los carburantes. También está afectando a muchas empresas que para su producción consumen mucha energía. En el sistema de fijación de precios de la electricidad en Europa, llamado marginalista, donde toda la electricidad que se produce en un día determinado, se paga al precio de la producida de manera más cara, que suele ser la producida con gas. Es como si en la carnicería compras pollo, conejo y cordero, y todo te lo cobran a precio de cordero.
Esta subida de los precios afecta a todos los bolsillos, pero de una manera más preocupante a las familias con menor poder adquisitivo, ya que todos necesitamos consumir electricidad y gas. Esto está llevando a que algunas familias tengan que consumir menos (pasar frío en su casa, sacrificios alimenticios… ). Al mismo tiempo, los beneficios de los productores y comercializadores de energía crecen.
Magisterio
Tal como segura el Papa Francsico en Laudato si (164) «afrontar los problemas de fondo, que no pueden ser resueltos por acciones de países aislados, es indispensable un consenso mundial que lleve, por ejemplo, a programar una agricultura sostenible y diversificada, a desarrollar formas renovables y poco contaminantes de energía, a fomentar una mayor eficiencia energética«.
En este cuarto viernes de Cuaresma, la CONFER nos invita a mirar el mundo para conocer la realidad de las familias que sufren por la crisis energética, lo que les hace difícil llegar a fin de mes, y hacernos solidarios. Nos animan también a empatizar con alguna persona que se encuentre en esta misma situación en nuestro entorno cercano.
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