Llega la Fiesta de la Divina Misericordia y el Triduo dedicado
El próximo domingo comienza la segunda semana del tiempo pascual, momento propicio para la conversión al amor de Dios en Jesucristo. Tras el Triduo Pascual, actos más importantes de la vida de un cristiano, llegamos al domingo de la Divina Misericordia, acto precedido por su propio Triduo.
Así como la alegría es uno de los condicionantes propuestos por cualquier fiesta, la Misericordia es presentada por el mismo Jesucristo como tiempo propicio tras su resurrección. Y esto es lo que pone de relieve la celebración de la Divina Misericordia, una auténtica fiesta organizada cada año por la Asociación de Fátima.
La Iglesia de san Agustín acogerá esta semana los actos propios a la celebración, en esta ocasión sin representación diocesana oficial, pero sí celebrada como cada año desde que lo instituyó san Juan Pablo II.
Cuatro momentos de máxima conversión
Como es lógico en todo acto de celebración cristiana, el punto central es una Eucaristía: se celebrará a las 12.30 horas de forma solemne el mismo domingo II de Pascua, y estará precedida por el rezo de la Coronilla. Los tres puntos de devoción restantes corresponden al Triduo de la Divina Misericordia, esto es, jueves 5, viernes 6 y sábado 7 de abril a las 19.30h en la misma Iglesia de san Agustín.
El objetivo de esta fiesta de la Divina Misericordia es cualquier fiel al Señor, aunque se hace más énfasis como oración por la conversión de los pecadores.
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