La ciudad de Castellón representa el misterio de la Encarnación

En las ciudades y pueblos de la Diócesis las parroquias y comunidades cristianas organizan belenes que movilizan muchas personas más allá del feligrés habitual. Son un anuncio del misterio de la Encarnación y, a menudo, también promueven proyectos para ayudar a las personas y familias necesitadas. En la capital de la Plana hay diversas iniciativas que gozan de tradición y una viva participación de la gente que escenifican la Navidad.

Entre los de más tradición está el popular “Betlem de La Pigà”, una representación con textos del poeta Miquel Peris Segarra y música de Matilde Salvador. Una obra que aúna el belén tradicional con la música popular de Castellón y sus tradiciones, fiestas y mitología. Un texto que se escribió hace más de 40 años y en el que participan más de 500 personajes. El texto de los villancicos es de Matilde Salvador. Su puesta en escena tiene lugar el día 22 de diciembre a las 20:30, y desde el miércoles 12 ya se pueden comprar las entradas en el Teatro Principal.

Otro de los belenes con gran tradición es el del Hospital Provincial, que nació en 1939 gracias a Sor Gabriela, que trabajaba en la sección militar del hospital. Empezaron ayudándola los soldados internos, y pronto los mandos enviaron a los sanos para colaborar. En aquel entonces ya tenía tres metros de largo. El que fuera capellán de dicho hospital desde 1971, Manuel Carceller, fue el principal impulsor de una tradición tan querida por los castellonenses como el belén del hospital. El Nacimiento se fue incrementando año tras año y ha crecido hasta contar con más de 800 figuras, muchas de ellas en movimiento. La habilidad de Manuel Carceller le permitió en los inicios crear a partir de viejos motores de lavadoras o máquinas de coser mecanismos que daban movimiento a las figuras. Cada Navidad es visitado por cientos de escolares. Los centros docentes pueden concertar visitas a partir del presente mes de diciembre, llamando al teléfono de centralita 964 359 700.

La parroquia de San José Obrero ya tiene una larga tradición en el Belén viviente. El año pasado cumplió 20 años de un evento hecho con espíritu de auto sacramental y que emociona por su fidelidad y sencillez. A través de diversos escenarios intenta transmitir toda la carga de Fe y humanidad que conlleva el nacimiento de Jesús de Nazaret, anunciado por los profetas. En su organización está implicada toda la comunidad parroquial de los Mercedarios.