Sí a la vida humana
El día 25 de marzo celebramos la solemnidad de la Anunciación del Señor. Al conmemorar el anuncio del ángel a la Virgen María y la Encarnación del Hijo de Dios, es decir el inicio de su vida humana, celebramos la Jornada por la Vida. Gracias a la acogida del anuncio del ángel por la Virgen, el Hijo de Dios se hizo carne de nuestra carne para caminar por nuestro mismo camino y conducirnos hacia la vida de Dios. En este acontecimiento salvífico se revela a la humanidad no sólo el amor infinito de Dios que «tanto amó al mundo que dio a su Hijo único» (Jn 3,16), sino también el valor incomparable de cada persona humana, pues, como dice el Concilio Vaticano II, «el Hijo de Dios, con su encarnación, se ha unido, en cierto modo, con todo hombre» (GS 22.).