Cursillos de Cristiandad inicia el curso con el deseo de crecer y «llevar a Cristo a nuestros ambientes»
La situación de pandemia, las dificultades en la misión o el alejamiento de la fe de muchas personas no son un freno para Cursillos de Cristiandad. El 3 de octubre inauguraron su curso con una convivencia en la hospedería de las Agustinas de Montornés, en Benicasim. El resumen de la jornada es que » el movimiento no puede parar y no lo hará. Comenzamos con mucha ilusión, con ganas de seguir creciendo en la fe y de llevar a Jesús a nuestros ambientes. Cristo cuenta con nosotros y nosotros con su Gracia», aseguran.
El encuentro congregó a cursillistas de Castellón, Villarreal, Almazora o Torreblanca. Tras el rezo de laudes y el saludo del presidente diocesano, Fernando Puchol, se impartió una charla sobre la caridad. También se expuso el lema para las Ultreyas de este curso, que está tomado del profeta Ezequiel: “Os daré un corazón nuevo”.
Cursillos cumple 60 años en la Diócesis
Al final de la mañana se presentó el calendario de actividades del Movimiento en la diócesis para este curso, que incluye Ultreyas, Escuelas, convivencias de jóvenes, retiros y excursiones. Cursillos de Cristiandad es un movimiento que tiene como carisma principal la evangelización a través del anuncio del kerygma en un fin de semana. Los intervinientes son esencialmente seglares y el método el testimonio personal. Este año, Cursillos cumple en la Diócesis 60 años.
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