«Els pelegrins» de Les Useres cumplieron con su voto anual hasta el Santuario de San Juan del Peñagolosa
El pasado fin de semana tuvo lugar la peregrinación de Les Useres que se celebra todos los años el último viernes de abril, en la que doce peregrinos y un guía caminan por senderos de montaña hasta el santuario de San Juan de Peñagolosa, donde pernoctan, para regresar el sábado. Las majestuosas voces en latín con modos gregorianos de los cantores y el repique pausado y trascendente de las campanas de la parroquia de la Transfiguración del Señor de les Useres volvieron a marcar el inicio de una de las peregrinaciones más importantes de toda la Comunitat Valenciana.
A las 8.00 horas, el centro de la población reunió a centenares de vecinos y visitantes, que una vez más quisieron participar en esta tradición medieval, una de las que mejor conserva sus peculiaridades y simbolismos en sus diversos aspectos. Los 12 peregrinos y el guía, acompañados por el sacerdote, los tres cantores, el representante del Ayuntamiento, los clavarios, el depositario, las promesas y el grupo de las càrregues, que llevan lo indispensable para comer y beber durante el trayecto, iniciaron el duro camino hasta el Penyagolosa.
Los peregrinos recorrieron durante dos jornadas los 70 kilómetros que conforman esta peculiar y única rogativa. La primera parada tuvo lugar en el ermitorio de Sant Miquel de les Torrocelles. Allí se celebró la eucaristía y después comieron para reparar fuerzas. El punto final fue la subida a la Lloma de Bernat y el Marinet. Ya con la oscuridad de la noche, entraron con toda solemnidad en Sant Joan, donde pasaron entre oraciones y peticiones en un ir y venir desde la cueva, donde dormían, hasta el ermitorio. Dicen los que han vivido esa velada tan especial que es propicia a la confesión y demanda de consejo, con los nervios a flor de piel, y los peregrinos son propensos a hablar de debilidades y también de cobardías.
El acto del perdón (en la mañana del sábado) fue una de las celebraciones más importantes de esa promesa anual y, en este, el guía de la peregrinación se arrodilló delante de cada penitente y le lavó los pies, recordando el gesto del mismo Jesús el Jueves Santo durante la cena pascual (Jn 13,1-20). Un momento que busca la reconciliación ante rencillas o rencores no superados. Al mediodía del pasado sábado, la comitiva abandonó el Penyagolosa para pasar por Xodos. Las paradas en el Corral Roig y el Blanc fueron las última estaciones de un largo camino que transcurrió por unos 70 kilómetros.
Alrededor de las 22.00 horas, los penitentes entraron en el municipio arropados por cientos de vecinos y visitantes que contemplaron la singular escena religiosa, marcada por un silencio sobrecogedor, que tan solo se entrecortaba por los cantos en latín. Els Pelegrins, representando a todo el pueblo, habían renovado su promesa penitencial para pedir salutem et pacem et pluviam de caeli.
Fotos: Javier Nomdedeu
Dejar un comentario
¿Quieres unirte a la conversación?Siéntete libre de contribuir!