Encuentro Diocesano del Apostolado de la Oración: “Hoy nuestra tarea es anunciar el amor de Dios”

La parroquia de La Natividad de Ntra. Sra. de Almassora ha acogido esta mañana el XXIII Encuentro Diocesano del Apostolado de la Oración que, bajo el lema “Unidos en el Corazón de Cristo”, se ha celebrado en el IV Aniversario de la Consagración de la Diócesis de Segorbe-Castellón al Sagrado Corazón de Jesús.

El Encuentro, al que se han sumado miembros del apostolado, de diferentes cofradías, y fieles de las parroquias del municipio, ha comenzado a las 10,30h con el rezo de las Laudes. A continuación, se ha celebrado la Eucaristía que ha presidido el Obispo de la Diócesis, Mons. Casimiro López Llorente. Entre los sacerdotes concelebrantes se encontraba D. Estaban Badenes, Director Diocesano del Apostolado de la Oración, y el párroco, D. Juan Ángel Tapiador.

“Él Señor ha de estar siempre en el centro de nuestra Iglesia, de nuestra vida como cristianos, como Asociación, como parroquia – decía el Obispo en la homilía – “Él es fuente de vida y de gracia, fuente de amor, de perdón y de reconciliación, es el que nos une y nos reúne”. “La Iglesia no es una obra humana, sino un don de Dios, presencia suya, y Cristo Jesús, el Hijo de Dios, ha de ocupar el centro”, ha recalcado.

Este Encuentro “centra nuestra mirada en lo fundamental: en Dios, que es amor”. Por ello, ha animado a “descubrir la gratuidad del amor de Dios, que solo quiere nuestro bien”, ese es “el paso fundamental para poderse abrir a Dios y acoger su amor en nuestra vida”.

Y para poder ofrecer a Dios a los demás, primero es necesario contemplar y acoger su amor, y llenarnos de Él. “Anunciemos a Cristo – ha exhortado – el Primer Anuncio es ese: Dios nos ama, Dios te ama y quiere lo mejor para ti”. “Esa es nuestra tarea hoy, en un mundo de sabios y de entendidos que no quieren saber nada de Dios”.

Tras la Santa Misa, los fieles se han unido en adoración al Santísimo Sacramento, y en reflexión con la meditación que ha ofrecido el Rvdo. D. Javier López, párroco de Museros (Valencia). También han podido confesarse.

Cabe recordar que este apostolado es una asociación de fieles que, por medio del ofrecimiento diario de sí mismos, se unen al sacrificio de Cristo en la Eucaristía, en el que se renueva continuamente la obra de nuestra redención, y de este modo cooperan a la salvación de todo el mundo por medio de una unión vital con Cristo.