Jesús Obrero de la Vall comienza con fuerza el curso del 51 aniversario
El 2 de diciembre, primer domingo de Adviento, se concluirá el año de celebraciones del 50 aniversario de la creación de las parroquias del Cristo del Carbonaire, Santiago Apóstol, Lourdes y Jesús Obrero de la Vall d’Uixó. Esta efeméride ha sido, como ha repetido Mons. Casimiro López Llorente en cada ocasión en que se ha unido a estas comunidades, un impulso para seguir con la labor evangelizadora. Después del 50, hay el 51 y todos los que sigan. Así lo entiende Jesús Obrero, que en septiembre celebró su convivencia parroquial de inicio de curso.
La jornada combinó actividades lúdicas, fraternas y religiosas en el parque de Carmadall. “Un año más pudimos vivir la alegría de ser familia y de compartir lo que somos y tenemos”, compartía el párroco, Vicente Esteller. Un centenar de personas participaron en la Ginkana preparada por las familias, la comida con “tres fabulosas paellas”, y como colofón la Eucaristía, “donde dimos gracias a Dios por su continua presencia en medio de nosotros”.
Conocer y cuidar la Eucaristía
En comunión con el objetivo diocesano del curso, Jesús Obrero cuida mucho la Eucaristía y que esté en el centro de la vida parroquia. “La gente está muy interesada en ir descubriendo y cuidando cada celebración como fuente y cumbre de nuestra fe. Es el momento en el que Jesús nos reúne a todo para vivir como familia la fe y lo que somos”, explica Vicente Esteller.
Cada semana se organiza la Hora Santa en las capillas del término parroquia, Mare de Déu dels Desamparats, Sant Antoni, Carmadall y el templo principal. En los tiempos fuertes litúrgicos se acompaña la adoración con una meditación. Durante este curso se quiere seguir con Misas catequéticas para jóvenes, y se organizarán grupos de estudio de los documentos editados por la Vicaría de Pastoral con las catequesis sobre la Eucaristía del Papa Francisco.
Peregrinación parroquial a Santiago
Una de las actividades organizadas durante el 50 aniversario ha sido la peregrinación parroquial a Santiago de Compostela del 6 al 12 de agosto. Participaron unas 30 personas “con la conciencia muy clara que representaban a toda la comunidad”. Antes de partir, se hizo un envío y a su regreso trajeron una pila para el agua bendita que se ha instalado a la entrada de la iglesia y que se bendijo en el acto de envío de los agentes pastorales el 30 de septiembre.
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