Jornada de Apertura del Curso Pastoral (Ponencia)
Ponencia D. Mariano Ruiz, Rector del Colegio del Patriarca de Valencia:
“La Eucaristía, fuente y culmen de la vida y misión de la Iglesia diocesana”
“Los cristianos del siglo XXI serán identificados por su vivencia auténtica de la Eucaristía”
D. Mariano Ruiz es sacerdote de la diócesis de Valencia, profesor en la Facultad de Teología San Vicente Ferrer, ha publicado diversos artículos sobre el Misterio de Dios, la Misión de la Iglesia, o la Teología medieval. Desde septiembre de 2017 es Rector del Colegio del Patriarca de Valencia.
D. Mariano Ruiz comienza la ponencia con una pregunta: “¿Por qué hablar ahora sobre la Eucaristía? Llama la atención como este nuevo milenio la Iglesia lo comienza bajo el signo de la Eucaristía”.
“El nuevo milenio es el fruto maduro del Concilio Vaticano II, que puso como centro de su reflexión el Misterio de la Iglesia”. Estamos, por tanto, viviendo en este tercer milenio una época eucarística.
La Eucaristía en el siglo XXI
D. Mariano explica la acción de los diferentes Papas a lo largo de este siglo en relación a la Eucaristía:
- En 2001, Juan Pablo II, en su Carta Apostólica Novo Millennio Ineunte, ya habla de la Eucaristía, o en Ecclesia de Eucharistia: “Hay un influjo causal de la Eucaristía en los orígenes mismos de la Iglesia”. También en Mane nobiscum Domine, Juan Pablo II habla de la espiritualidad eucarística: contemplativa, de comunión y misionera.
D. Mariano remarca especialmente la espiritualidad misionera: “El ‘podéis ir en paz’ es una llamada a la misión de ser testigos de Jesucristo”. En este momento, ofrece las claves para instaurar una cultura de gratuidad, de solidaridad y de servicio.
- En 2007, Benedicto XVI publica la Exhortación Postsinodal Sacramentum caritatis, donde retoma de nuevo la Eucaristía.
- En 2013, el Papa Francisco, en Evangelii Gaudium, habla de la Iglesia misionera, “en salida”, “que viene a contrarrestar una Iglesia encerrada en sí misma”, explica D. Mariano. “En este proyecto de Francisco de una Iglesia en salida, la Eucaristía tiene un papel importante”. También Laudato sí’, en 2015, hace referencia a la Eucaristía, y se describe como un acto de amor cósmico: centro vital del universo, foco desbordante de amor y de vida inagotable. En 2016, la Amoris Laetitia expresa la Eucaristía como fuerza y alimento para la vida familiar, fuente de consuelo para personas que en su vida familiar tienen situaciones traumáticas.
Por todo esto, explica D. Mariano, “los cristianos del siglo XXI serán identificados por su vivencia auténtica de la Eucaristía”.
Eucaristía y renovación pastoral
“¿Qué relación existe entre la renovación pastoral/parroquial y la Eucaristía?”, pregunta D. Mariano Ruiz. Ya el obispo, Mons, Casimiro López, en su carta del Plan Diocesano de Pastoral lo apunta: “Con el objetivo de renovar nuestras parroquias y ayudarlas a ser verdaderas comunidades cristianas, vivas y evangelizadoras, la programación de este año centra nuestra mirada y nuestra acción pastoral en torno a la Mesa de la Eucaristía”.
¿Como se explica esta relación? ¿Tiene algo que ver la celebración con la Evangelización? ¿Por qué la Eucaristía tiene esta eficacia especial? ¿La Eucaristía en qué sentido puede contribuir a la renovación de las parroquias?
D. Mariano lo explica muy claramente:
– Metanoia: expresa un cambio de mentalidad. ¿Qué cambio? Una participación más consciente de la Eucaristía puede contribuir a ese cambio de mentalidad.
– La lógica del cumplimiento, la lógica de cálculo, de mínimos, de autocomplaciencia a una lógica de la gratuidad, generosidad, entrega, del amor. “En la medida en que celebremos mejor la Eucaristía (esto es, más conscientemente) nuestro corazón se transforma”, anuncia el ponente.
Eucaristía como centro de la comunidad parroquial
¿Y cómo hacer de la Eucaristía el centro de nuestras parroquias?
Cada comunidad parroquial es un caso, por lo que D. Mariano se ve impedido de dar la solución, pero propone una reflexión sugerente:
“Una renovación divina” es un best-seller, del canadiense James Mallon. Este libro ofrece pistas de cómo dar ese paso para que las celebraciones eucarísticas se conviertan en verdaderos motores de la vida.
D. Mariano, en relación, habla de la calidad/excelencia de la celebración del Domingo, y explica el criterio de la triple H: hospitalidad, himnos y homilías. Es decir, acogida al nuevo, al alejado; los cantos, muy importantes para la celebración: “Hay gente que viene a Misa al Patriarca sólo por la excelencia de los cantos”, confiese; y por último, las homilías, “deben ser profundas y concisas”.
Conclusiones:
- Paciencia: los procesos de renovación son siempre lentos.
- Confianza: no depende de nosotros sólo, es el Señor quién nos encomienda esta tarea, es el Señor quién ha puesto esta dinámica de renovación. Para ello, es fundamental ponernos a la escucha y oración.
- Entusiasmo: no nos desanimemos ante el cansancio, nosotros (sacerdotes) unidos al obispo y a los fieles, tenemos que poner la Eucaristía en el centro de todo, una Eucaristía participativa y de calidad, que ilumine y genere entusiasmo para atraer.
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