Los fieles de la Diócesis despiden a Benedicto XVI participando en su funeral en Roma
Los fieles de la Diócesis presentes el pasado jueves en el funeral por el papa emérito Benedicto XVI, en la plaza de San Pedro de Roma, vivieron una jornada “muy entrañable e histórica” que recordarán siempre con afecto. Por muchas razones, pero entre ellas por el hecho de ser la primera vez, en los últimos siglos, que un Papa en activo preside las exequias de un Pontífice emérito. Una vez más los fieles de la Diócesis de Segorbe-Castellón no quisieron perderse la oportunidad de ser testigos directos de este tipo de acontecimientos, como ya lo hicieron con la muerte de Juan Pablo II, la elección de Benedicto XVI o la de Francisco.
Entre los presentes se encontraba Luis Oliver, párroco de Santo Tomas de Benicàssim y Delegado de Familia y Vida de la Diócesis de Segorbe-Castellón. “El Papa Francisco nos pidió que rezáramos por Benedicto XVI y ese gesto me tocó y estuve en oración atento a la evolución de su salud. El sábado nos informó el Vaticano de su muerte y en mi nació un sentimiento y una voluntad de dar gracias a Dios y de rezar por la Iglesia” señalaba Oliver.
Y gracias a esa motivación decidió ir con otras personas, entre ellas, las Hermanas de la Sagrada Familia de Benicàssim, hasta Roma para “rezar en la Capilla Ardiente y poder agradecer a Dios por el don del servicio de Ratzinger”. “Ha sido una gracia poder concelebrar en la misa funeral con el Papa Francisco” puntualizaba. Y concluye: “El Papa Benedicto fue un maestro en la fe, singular por su inteligencia y humildad que cuando van juntas deslumbran y ganan el corazón de los que escuchan”.
El párroco de La Vilavella, Ignaci del Villar, fue otro de los sacerdotes presentes en los actos. “Tuve la suerte de estar en el funeral de Juan Pablo II y aunque siempre pensé que era el Papa de mi vida, por así decirlo, Benedicto XVI me sorprendió”, destacaba. “Su sencillez, el amor al sacerdocio, al silencio, a la oración, a la liturgia; sus escritos y su ejemplo han marcado mucho mi sacerdocio. Le estoy en gran deuda”, puntualizaba. “Mucha gente de La Vilavella se habría sumado pero la rapidez de los acontecimientos lo ha imposibilitado”, remarca.
Desde Castellón tampoco faltó Ana Belén Bautista que participa en el grupo de Emaús de la parroquia de La Santísima Trinidad de Castellón. Su testimonio refleja perfectamente el agradecimiento a la figura del Papa fallecido: “A Benedicto lo encontré en una biblioteca de la casa de oración del Desierto de las Palmas. Sus libros me tocaron y se que hoy me ha traído Cristo a Roma para darle las gracias por Ratzinger”.
Los municipios de Chilches y Almenara contaron con la presencia de Pilar Mechó, Sergi Forner, Sara Bouaita e Inmaculada Mateos que llegaron a la Ciudad Eterna para pasar unos días de vacaciones y se encontraron con la apertura de la Capilla Ardiente. No lo dudaron ni por un momento y fueron a rezar ante el Papa. “Se nos ha puesto la carne de gallina y hemos incluso llorado”, destacaban. “Ha sido un hombre que levantó sin tapujos el telón de la pederastia. Fue el iniciador de todo esto. Por eso pensamos que cuando el Papa se da cuenta de los pecados o de los horrores de la Iglesia, nos parece que estamos más cerca de nuestros dirigentes”, afirman.
Otro de los testimonios de estos días ha sido el de la castellonense Begoña Escrihuela, hermana de Nuestra Señora de la Consolación, que vive en Roma desde el año 2015 y recuerda con gratitud que “en el momento de su elección como Papa, me encontraba en Roma en un curso de formadores”. Y señala: “Pienso que Benedicto era un hombre de Dios, humilde y sabio, que nos ha recordado que la vida cristiana no es sólo un compendio de dogmas y normas normales sino un encuentro con una persona que es Cristo”. Y concluyó: “Que desde el cielo siga acompañando a la Iglesia”.
Entre las anécdotas más destacadas de los castellonenses figura el privilegio de haber podido rezar a pocos metros del cuerpo del Papa y el haber podido saludar a su secretario personal y arzobispo, Georg Ganswein; y a la reina emérita de España, Sofía.
Misa Funeral en la Diócesis de Segorbe-Castellón
El Obispo de la Diócesis de Segorbe-Castellón, D. Casimiro López Llorente; celebrará el próximo sábado 7 de enero, una Misa Funeral por Benedicto XVI, a las 11.30 horas; en la Santa Iglesia Concatedral de Santa María de Castellón. “Como Iglesia Diocesana pediremos a Dios, amor infinito, que acoja en su seno a Benedicto XVI y le haga partícipe de su vida y gloria para siempre”, afirma el Obispo en la carta en la que comunica dicha celebración diocesana.
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