El Obispo bendice el pabellón reformado del Seminario Menor
Ayer miércoles 23 de mayo, Monseñor Casimiro López Llorente bendijo las instalaciones reacondicionadas del Seminario Menor de Castellón. A las 17.30 horas comenzó el solemne acto de inauguración oficial de los nuevos locales.
Fue mucha la gente que quiso participar de este evento con el obispo, en el que hizo la bendición de todo un pabellón reformado para su utilización por los jóvenes del Seminario Menor. Las instalaciones reacondicionadas, que llevan el nombre de Venerable Bertrán, han podido ampliar la zona interna de la estructura con la construcción de locales nuevos como la biblioteca, el salón comedor o la recepción de visitas; y la Capilla, que sí existía pero se ha rehecho. Además, la obra final ha dispuesto, según señala el arquitecto Ángel Albert, «un total de 23 habitaciones habilitadas y con posibilidad de ser dobles».
Monseñor Casimiro bendice con alegría el pabellón del Seminario Menor
«Hace años yo tuve el sueño de abrir el Seminario Menor y el Señor lo ha llevado a cabo». Con estas palabras, el Obispo agradecía a Dios las buenas obras que había hecho en el Mater Dei a lo largo de los últimos tiempos. Para él, «la Iglesia tiene como tarea fundamental llevar a las personas a Cristo y favorecer las vocaciones«, y es que, desde sus inicios, el diocesano «ha tenido esa función de ayudar en el discernimiento vocacional».
Monseñor tuvo en el acto palabras para todos los que han colaborado con la consecución de esta obra: a los padres les dijo que ayudaran sin miedo a sus hijos «en la vocación a la que Dios les llame«; a los jóvenes del Seminario Menor expresó «espero que seáis felices«; y a los cocineros, limpiadores y demás personas del día a día, dijo que todo lo que hacían siempre tenía un «carácter formativo».
Don José Antonio Morales, rector del seminario, agradeció a Dios «como centro de todo» que hubiera tenido a bien realizar esa obra. También tuvo palabras de gratitud con Don Sergio Lozano, director espiritual de los menores, Don Juan Carlos Vizoso, Rector del Mater Dei, Monseñor Casimiro como «promotor de la obra», el arquitecto, los socios económicos del proyecto, las familias y los internos como Jesús, Octavian, Plácido, Carlos, Jorge y Adrián. A ellos les dijo «todo lo que hacemos es para que sintáis a Dios, solo él da la vocación«.
Desde una esfera más personal, Don José Antonio expresó «la bendición y alegría de poder colaborar en esta misión«, una obra de Dios que pasaba por la «confianza de padres y chavales».
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