La acción social de Cáritas Diocesana de Segorbe-Castellón ayudó, durante el pasado año, a 28.638 personas, según recoge la Memoria 2023 presentada por el Obispo de la Diócesis de Segorbe-Castellón y presidente de Cáritas Diocesana, Casimiro López Llorente, el delegado episcopal en Cáritas Diocesana, Sergio Mendoza, y el director de la entidad, Francisco Mir.
Ello representó 231.021 intervenciones, siendo de las personas acogidas y acompañadas un 53% hombres y un 47% mujeres, con un 37% de nacionalidad española y el 63% de diferentes otros países.
Cáritas Diocesana de Segorbe-Castellón para desarrollar su labor social contaba en 2023 con 772 voluntarios, 1.759 donantes, 139 integrantes del personal laboral y 84 Cáritas Parroquiales en toda la Diócesis.
Cáritas Diocesana de Segorbe-Castellón para su acción social destinó en 2023 unos recursos de 6.652.299 euros.
Conclusiones
En las conclusiones de esta Memoria 2023, como ha indicado el director de Cáritas Diocesana de Segorbe-Castellón, Francisco Mir, se recoge que la situación de exclusión severa en personas y familias se manifiesta como una preocupación reiterativa.
La dificultad para acceder a la vivienda, por ejemplo, continúa siendo un desafío que nuestra sociedad debe afrontar y que representa una problemática que va en aumento año tras año.
Por otro lado, se destaca que el empleo ya no es garantía para no caer en la exclusión o salir de ella.
También se constata que las personas extranjeras son más vulnerables y han aumentado sobre todo las de procedencia de países hispanoamericanos, habiéndose comprobado, además, que ha incrementado de forma significativa el número de personas en situación administrativa irregular.
Asimismo, el acceso a la administración y labrecha digital no se han corregido desde la pandemia, sino que siguen aumentando.
Por otra parte, se subraya que el 60% de las personas acudió por primera vez al Servicio de Acogida y Acompañamiento.
Asimismo, la Memoria recoge que el 59,3% de las personas atendidas por el Servicio de Acogida y Acompañamiento de Cáritas Diocesana vive en la extrema pobreza, al no disponer de ningún ingreso.
Otras conclusiones de la Memoria indican que la intervención con familias y viviendas familiares se ha centrado mayoritariamente en familias monoparentales.
También se contempla un incremento de la afección de salud mental, en los colectivos que atiende Cáritas, con mayor preocupación en las personas más jóvenes.
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Ejercicio de transparencia
El presidente de Cáritas Diocesana de Segorbe-Castellón y Obispo de la Diócesis, Casimiro López Llorente, en la introducción de la Memoria 2023, considera que “la transparencia y rendición de cuentas son siempre un signo de responsabilidad de toda institución hacia cuantas personas colaboran con ella. Por este motivo, doy las gracias a nuestra Cáritas Diocesana por su transparencia”.
“La Memoria -añade- no son sólo números o estadísticas; detrás hay personas, cada una con su rostro, que sufren, que están pasando dificultad, frente a los cuales no podemos pasar de largo”.
En la misma línea, el director de Cáritas Diocesana, Francisco Mir, destaca que la “transparencia está en el ADN de Cáritas” y que los donantes, sean particulares empresas o instituciones, deben conocer a través de esta Memoria a qué proyectos e iniciativas sociales destina Cáritas sus aportaciones económicas.
Francisco Mir también vuelve a reclamar que “como comunidad no podemos mirar hacia otro lado. Tenemos una responsabilidad compartida” y alerta de que “cada vez son más las personas que necesitan el apoyo y la ayuda de Cáritas”.
La presentación de la Memoria 2023 de Cáritas Diocesana se enmarca en la Semana de la Caridad que este año lleva por lema “Allí donde nos necesitas, abrimos camino a la esperanza” y que comenzó, el pasado viernes, con la tradicional cuestación en la ciudad de Castellón.
El lunes tuvo lugar la Vigilia de Oración en la Basílica de El Salvador de Burriana y ayer se realizó un gesto solidario en la plaza Mayor de Castellón, junto a la concatedral, exponiendo seis de las principales necesidades que afectan a las personas más vulnerables y que Cáritas, con sus diferentes proyectos sociales, intenta solucionar.
Este viernes, el Teatre del Raval Rafa Lloret acogerá el Día del Donante, y el fin de semana contemplará el Día de la Caridad, celebrando el Corpus Christi, con sendas Eucaristías y Procesiones, el sábado en Castellón y el domingo en Segorbe.
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Palabras del Obispo
En su intervención, el Obispo de la Diócesis ha recordado que “los más necesitados son los importantes aquí, las personas a las que van dirigidas las actuaciones de Cáritas, que tienen un rostro, y que no nos pueden ser en ningún caso indiferentes”.
Toda la actividad que desarrolla Cáritas “forma parte de la misión de la Iglesia, que le viene dada por el Señor, que ha de anunciar y ha de celebrar, y después ha de llevarlo a la práctica con la caridad. Éstas son las tres patas de la vida y la misión de la Iglesia: Palabra, Liturgia y Caridad”, ha señalado.
También ha recordado, en relación al lema con el que Cáritas invita a celebrar el Día de la Caridad – “Allí donde nos necesitas, abrimos caminos a la esperanza” – D. Casimiro también ha recordado que la Iglesia celebrará el próximo año 2025 el Jubileo Ordinario, dedicado a la esperanza (“Peregrinos de esperanza”). Comenzará el 24 de diciembre en Roma con la apertura de la Puerta Santa de la Basílica de San Pedro del Vaticano, y en la Diócesis el 29 de diciembre, según lo que establece la bula del Santo Padre.
Por ello, del mismo modo que Cáritas, ha exhortado a ser signos de la esperanza que no defrauda (Rm. 5, 5), más si cabe hoy “en el contexto bélico que vivimos, en la acogida de la vida ante el descenso tan brutal de la natalidad, hacia los migrantes, los jóvenes, los ancianos y los pobres, a quienes hay que atender en todo momento”.
Cáritas Diocesana de Segorbe-Castellón convoca a la presentación de la Memoria 2023 de la entidad, que se realizará el próximo miércoles, día 29 de mayo, a las 11.00 horas en la Casa Sacerdotal “Hogar Nazaret”, plaza Pont i Gol, nº 3, en Castellón.
A esta presentación asistirán el Obispo de la Diócesis de Segorbe-Castellón, D. Casimiro López Llorente; el delegado episcopal en Cáritas Diocesana, Rvdo. Sergio Mendoza; y el director de Cáritas Diocesana, D. Francisco Mir.
En esta Memoria se recogen y detallan las principales actividades y conclusiones realizadas en el pasado año por Cáritas Diocesana, en su continuada labor de ayuda a las personas más vulnerables.
Vigilia de Oración
Por otra parte, según explican desde Cáritas, “necesitamos saborear juntos y comunicar a los demás el amor infinito de Dios, que se nos manifiesta al quedarse realmente presente entre nosotros, bajo las especies del pan y del vino eucarísticos. La Eucaristía es la fuente de la que mana ese amor de Dios manifestado por nosotros. Nos ayuda a pararnos ante el tabernáculo y ante los muchos tabernáculos vivos que son los pobres”.
Por ello, también con motivo de la celebración de la Semana de la Caridad, hoy a las 20 h. tendrá lugar una Vigilia de Oración en la Basílica de El Salvador de Burriana, y con ella “queremos unirnos a ti, Señor, y renovar el celo por las almas que no te conocen y por aquellos más necesitados”.
Cáritas Diocesana de Segorbe-Castellón atendió a cerca de 14.000 personas durante el año 2021
“Somos lo que damos, somos amor” es el lema de la Memoria 2021 de Cáritas Diocesana de Segorbe-Castellón, en la que se recogen y detallan las principales actividades realizadas en el pasado año por la Entidad en su continuada labor de ayuda a las personas más necesitadas, y que se ha presentado esta mañana en la Casa Sacerdotal «Hogar de Nazaret», en Castellón.
El acto ha estado presidido por nuestro Obispo, D. Casimiro López Llorente, y ha intervenido el Delegado Episcopal en Cáritas Diocesana, D. Sergio Mendoza, así como el Director de Cáritas Diocesana, D. Juan Manuel Aragonés.
En la Memoria “queremos plasmar la realidad que Cáritas ha ido realizando a lo largo del año 2021”, ha indicado D. Sergio, una realidad que “nosotros, por ser Iglesia, es sembrar el amor de Dios allí donde es necesario, en las personas más necesitadas”.
A continuación, ha informado sobre la Casa de acogida San Pascual “El Pati” de Vila-real, un centro de promoción y acompañamiento a personas en situación de calle, con el objetivo de realizar un itinerario de reinserción de hombres y mujeres sin hogar. “Se puede salir de la calle, y Cáritas esto lo hace realidad”, ha indicado.
También del “Proyecto de Vivienda Betania”, un proyecto social que nace con motivo del Año Jubilar, “en el que Cáritas queremos convertirnos en mediadores entre propietarios y personas que tienen problemas para acceder a una vivienda digna a un precio razonable”, decía el Delegado. Para ello, se está haciendo “un llamamiento a la comunidad cristiana a poner a disposición aquellas viviendas que están vacías para que puedan ser alquiladas a aquellas personas con opciones limitadas de acceso a la vivienda”.
A pesar de no haber salido del todo de la pandemia de la Covid, nos enfrentamos ahora a una grave crisis económica y social, ha señalado D. Casimiro, y por ello van a seguir apareciendo necesidades, porque están aumentando las personas con problemas de salud mental, las cifras del suicidio se están incrementando, también la soledad y el aislamiento social, las adicciones, los jóvenes necesitan ser escuchados en la familia… y “todo ello hay que tratarlo como una nueva pobreza”, decía el Obispo, “y las parroquias deben estar al tanto para percibir esas necesidades, con el fin de dar la respuesta correspondiente desde la comunidad cristiana”.
La Iglesia tiene tres elementos que no puede olvidar, explicaba, que son “la Palabra que ha de anunciar, la Liturgia que ha de celebrar, y la misión caritativa para con los más pobres”. Por ello, con motivo del Corpus, D. Casimiro ha realizado un llamamiento a la comunidad diocesana a ser generosa en las colectas de este día, que se destinan a Cáritas y su actividad sociocaritativa.
MEMORIA DE CÁRITAS DIOCESANA DE SEGORBE-CASTELLÓN 2021
A continuación, D. Juan Manuel ha presentado los principales datos de la Memoria de actividades y económica, como signo de transparencia con la ciudadanía y con la comunidad cristiana, destacando que Cáritas Diocesana de Segorbe-Castellón atendió a cerca de 14.000 personas durante el año 2021.
Este tiempo de pandemia ha puesto a prueba nuestra resiliencia y hemos visto que podemos resistir, que la vida sigue. Y con esta mirada no hemos olvidado lo esencial, lo que da sentido al vivir y a nuestra identidad y que no es otra cosa que el amor que damos. Las consecuencias de la profunda crisis causada por el impacto del coronavirus han estado muy presentes en el desarrollo de nuestras acciones durante estos últimos meses.
Hemos trabajado para crear una comunidad de personas que vele, cuide y proteja a los suyos, a la familia humana y a la casa común en la que vive, buscando lo mejor para la vida de nuestros hermanos desfavorecidos.
Esta fraternidad nos ha llevado a atender y acompañar a 13.892 personas atendidas y a 25.565 personas beneficiarias. Más allá del esperado incremento de la exclusión y la pobreza, el resultado más grave se traduce en el ensanchamiento de la exclusión social (el que era pobre, ahora es más pobre), sobre todo entre aquellas personas y familias que acumulan más dificultades de integración.
Las personas que acompañamos nos acercan en primera persona su propia realidad, las necesidades y dificultades que tienen para afrontar con dignidad el acceso a los derechos básicos y fundamentales del ser humano. De los beneficiarios atendidos el 52% han sido hombres y 48% mujeres, con un ligero incremento respecto al año pasado.
Crece la exclusión severa y la integración precaria, y se reduce la integración plena. Las consecuencias de la crisis que estamos viviendo ha afectado especialmente a las personas sin hogar siendo atendidas en el Servicio de Acogida 917 personas, de las que el 44% viven literalmente en la calle y el resto en vivienda precaria (chabolas, habitaciones…). El 24% de estas personas presenta problemas graves de salud, siendo el primero de ellos, la salud mental y la desvinculación de las redes de protección social (sin acceso al padrón municipal no es posible acceder a la mayoría de prestaciones básicas. Se han cubierto sus necesidades básicas de alojamiento, alimentación y cuidado de la higiene personal, sin olvidar poner todos los recursos humanos y materiales disponibles para que las personas albergadas puedan desarrollar sus capacidades a través de talleres y actividades educativas, de ocio y tiempo libre.
El Proyecto Bartimeo, que acompaña a personas que sufren un alto grado de deterioro y exclusión social, ha realizado un total de 370 intervenciones de calle. Se observa un notable crecimiento de la exclusión severa, respecto a la moderada, dentro del espacio de la exclusión social.
El Servicio Jurídico, con 390 personas atendidas, es el que cuenta con el porcentaje más alto de atención a personas inmigrantes, un 81%. De ellas un 32% son personas con irregularidad sobrevenida (proceso por el que personas extranjeras que en algún momento han tenido un permiso de residencia y/o trabajo en España no lo pueden renovar por cualquier motivo, que habitualmente suelen ser la falta de medios económicos, quedando en situación irregular).
El porcentaje de población afectada por problemas de empleo, según el último estudio de la Fundación Foessa, ha crecido en diez puntos en los últimos tres años, lo que supone un incremento del 61%. La tasa de desempleo de larga duración crece hasta el 7,5% en la Comunidad Valenciana, siendo las tasas de desempleo particularmente elevadas entre la población menor de 25 años y la población de nacionalidad extranjera. Se constata desde nuestras acogidas de empleo la difícil situación de la población inmigrante (con los peores indicadores de exclusión) para realizar los trámites administrativos en las oficinas de extranjería, al igual que para conseguir una cita, con el consiguiente retraso en la resolución de las tramitaciones.
Han sido 1.165 personas atendidas en el Servicio de Empleo, de las que el 53% fueron acompañadas en años anteriores, lo que da muestra de la temporalidad de los contratos en algunos sectores de actividad.
Se pone de manifiesto la importancia del desempleo como uno de los factores explicativos de la exclusión social. En la Comunidad Valenciana el 40% de los hogares en situación de exclusión social y el 50% en situación de exclusión severa, tienen a todas sus personas activas desempleadas.
Sin embargo, las situaciones de exclusión e integración no se distribuyen de forma aleatoria entre el conjunto de la población y dependen en gran medida de una serie de variables socio demográficas y socio económicas que se ponen de manifiesto en la realidad de nuestros pueblos. Ha aumentado, respecto al año anterior, el número de personas y familias atendidas en nuestras acogidas parroquiales, de las que el 63% ha sido mujeres y el 37% hombres. Los acompañamientos duran, la gran mayoría de las veces, más de tres años siendo los perfiles atendidos personas paradas de larga duración, con trabajos precarios o mujeres con hijos a su cargo.
Las dificultades con las que se encuentran nuestros equipos no hacen referencia únicamente a cubrir las necesidades básicas de las personas, sino que se encuentran con dificultades de carácter estructural, que dificultan el día a día de las personas atendidas.
Así, en una sociedad con el nivel de digitalización como el actual, la brecha digital se convierte en un motor de exclusión que reduce de forma grave las oportunidades de participación. Aunque la situación ha mejorado respecto al inicio de la pandemia, en la mayoría de los casos no contamos con dispositivos, conexiones o habilidades para manejarse en internet.
Se observa que el impacto del Ingreso Mínimo Vital y de la Renta Valenciana de Inclusión, prestaciones sociales diseñadas para dar respuesta a la pobreza estructural, no ha sido el deseado, encontrando muchas dificultades en su articulación con el resto de las prestaciones de garantía de ingresos.
La post-pandemia hace mella en la salud física y psicoemocional como consecuencia de situaciones de estrés y ansiedad provocados por la pérdida de empleos e ingresos y también por la gran cantidad de tratamientos de salud que han tenido que realizarse de manera telemática.
Se aprecia un agotamiento de la ayuda mutua y un aumento de la soledad. Las familias en situación de exclusión están perdiendo redes de apoyo, es decir, siguen teniendo buenas relaciones, pero la capacidad de apoyo material de estas redes es cada vez menor. Se constata que la crisis de la Covid-19 está tensando y erosionando con fuerza la calidad de las relaciones familiares. Por otro lado, el aislamiento ha afectado especialmente a personas mayores y a las que viven solas y aunque no es una realidad nueva, sí se ha visto intensificada.
La crisis y sus consecuencias, lejos de facilitar el acceso a una vivienda digna, está significando todo lo contrario. La vivienda es una pieza clave en las dinámicas de exclusión para muchas personas y familias que no logran, a pesar de sus esfuerzos, blindar ese espacio seguro, que es por otra parte un derecho social. El resultado es más y mayores dificultades de las familias para asegurarse ese espacio de protección, intimidad y desarrollo relacional. Alquileres fuera de las posibilidades de la economía familiar y gastos de suministros a los que no se puede hacer frente.
El desafío planteado ha llevado a Cáritas Diocesana a dedicar el 95 % de sus recursos a la Acción Social, para atender las necesidades básicas y de promoción de una población golpeada por la pandemia y evitar que las personas vulnerables y en riesgo de exclusión quedaran aún más al margen de la sociedad.
En la respuesta a las necesidades de la pandemia han jugado un papel decisivo las personas voluntarias, sin ellas no podríamos llevar a cabo nuestra misión, como sin los colaboradores, donantes, entidades y empresas convencidos del valor de la dimensión social de su generosidad, porque la pandemia nos ha mostrado que una sociedad fraterna, inclusiva, justa y de derechos se construye sobre la roca del bien común.
Esta memoria es también un sincero agradecimiento a quienes han dado lo mejor de sí mismos en un año en el que han aflorado las consecuencias de la pandemia y siguen colaborando y trabajando en favor de las personas más vulnerables de una sociedad que ENTRE TODOS Y TODAS debemos mejorar.
Colecta y rendición de cuentas
El Día de Caridad es la jornada en la que Cáritas solicita la colaboración económica de la comunidad cristiana para sostener su actividad sociocaritativa. Por ello, todas las colectas del día del Corpus, como también las de los primeros domingos de mes, se destinan a las más de 97 Cáritas Parroquiales, 6 Cáritas Interparroquiales y a Cáritas Diocesana de Segorbe-Castellón.
Y en este ejercicio de transparencia las diferentes Cáritas rinden cuentas ante sus comunidades informando del destino de la colaboración económica recibida y de su gestión en la acogida y el acompañamiento a las personas necesitadas, para que vean reconocidos sus derechos y puedan vivir con dignidad.
Llamamiento a la solidaridad
Juntos hemos hecho posible “ser amor”. Porque es el amor de Dios el motor esencial de nuestra vida y sentido primero y último de nuestra causa, lo que da sentido a lo que creemos, construimos o soñamos.
Las consecuencias más importantes han pasado para la mayoría de la población, pero no para la más vulnerable. Aquí radica el reto de los próximos meses y años, «que nadie quede atrás».
Cáritas Diocesana de Segorbe-Castellón ha vuelto a realizar un llamamiento a particulares y empresas para que se hagan socios de la entidad o efectúen donaciones para colaborar en la tarea diaria de ayuda a las personas más desfavorecidas.
Además de ayudar a las personas en situación de pobreza y exclusión social y participar en la transformación de nuestra sociedad con su aportación, los particulares y empresas que se hagan socios o realicen donaciones, disfrutarán de beneficios fiscales en la Declaración de la Renta.
El número de personas atendidas por Caritas disminuye con respecto al año anterior, aunque aumenta el número de servicios prestados. Esto se debe, según Juan Manuel Aragonés, Director de Caritas Diocesana, «a la cronificación de la pobreza y a que estas personas necesitan una asistencia más exhaustiva».
En este sentido, ha advertido de la creciente feminización de la pobreza, alcanzando el 60% del total, y de la especial situación de riesgo de las personas mayores de 50 años, que «están siendo los más afectados por una situación de paro de larga duración y tienen grandes dificultades de encontrar trabajo». El director de Caritas también ha denunciado la precarización del empleo: «nos encontramos con personas con trabajo pero pobres, esto pone de relieve las malas condiciones y los bajos salarios a los que hoy se ven sometidas muchas personas».
Durante este jubileo la diócesis ha querido concretar este año de la misericordia en un proyecto y esta mañana ha presentado «Sí a la Vida. Casa de Misericordia», para jóvenes y adolescentes embarazadas. El próximo lunes se abrirá el teléfono de atención para las jóvenes interesadas, situaciones de emergencia y todo tipo de información. Este proyecto, que nace con vocación de ser una casa de acogida con capacidad para 5 ó chicas y sus bebés, comenzará próximamente en la calle Figueroles de 17h. a 19h. proporcionando asistencia personalizada y diversos talleres como prácticas de crianza, técnicas emocionales…
Además de la inmensa labor que Caritas de Segorbe-Castellón acomete en el ámbito de la inserción social y laboral, servicios de comedor y de albergue para personas sin techo, atención a la infancia, ayudas económicas y de alimentación, apoyo jurídico…también está presente en el panorama internacional y continúa mandando ayuda a Nepal por la crisis tras el terremoto y sigue abierta a la recepción y ayuda a los refugiado. Tanto es así que a raíz de la campaña por los refugiados y cristianos perseguidos que se ha llevado a cabo durante estos meses se ha recaudado 30.000, de los cuales, la mitad irán destinados a Caritas Siria. Mons. Casimiro López ha insistido en que tanto los pisos, el resto del dinero, como otros recursos que la gente ha ido donando seguirán estando disponibles para posibles intervenciones a refugiados. Asimismo ha agradecido la gran colaboración de todos los fieles en la colecta que se promovió, a iniciativa del Papa Francisco, en favor de Ucrania y que, aunque aún no hay una cifra exacta, se llegó a triplicar en las parroquias la recaudación de un domingo normal.
Todas estas cifras con rostro y con historias de personas concretas dan sentido a la X de la Iglesia y de otros fines sociales que miles de personas marcan y que gracias a las cuales la Iglesia de Segorbe-Castellón prestó más de 250.000 servicios durante el año 2015. El Obispo de Segorbe-Castellón ha animado encarecidamente marcar las dos «porque ni te quitan más, ni te devuelven menos y porque con este gesto ayudas a mucha gente».
Al hilo del Año de la Misericordia que la Iglesia celebra este año en todo el mundo, el Obispo, Mons. Casimiro López Llorente, ha recordado que «Caritas es el ADN de la Iglesia, que lleva al corazón del hombre la misericordia de Dios».
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