En el transcurso del XXXI Pregón Diocesano de Semana Santa, que se ha celebrado este sábado 20 de marzo en la parroquia del Santo Ángel Custodio de La Vall d´Uixó, el Delegado Diocesano de la Junta de Cofradías y Hermandades de Semana Santa, Pascual Luis Segura, ha leído un comunicado manifestando públicamente su compromiso con la defensa de la vida y su rechazo total a la Ley de la Eutanasia.
Comunicado de la Junta Diocesana de Cofradías
La Junta de Cofradías, Hermandades y Asociaciones de Semana Santa de la diócesis de Segorbe-Castellón manifiesta: su más profundo desacuerdo y rechazo a la Ley Orgánica de Regulación de la Eutanasia que se ha aprobado el pasado jueves 18 de marzo por el Congreso de los Diputados.
Queremos manifestar públicamente nuestro compromiso por la defensa de la vida, que es un don de Dios, merecedor de la más alta dignidad, protección y respeto, y nos adherimos a las manifestaciones realizadas en tal sentido por la Conferencia Episcopal Española y por nuestro Obispo Diocesano.
Como también señala el informe del Comité de Bioética de España sobre la eutanasia, de 20 de octubre de 2020, esta Junta Diocesana rechaza convertir la eutanasia en un derecho subjetivo, por razones sociales, de ética de la vida y de la dignidad de la persona. Así mismo, como este Comité, consideramos un retroceso de nuestra civilización y un obstáculo para la defensa integral de la vida.
La Junta Diocesana se suma a estos posicionamientos religiosos, éticos y médicos y manifestamos que:
– Defendemos la vida, toda la vida humana, desde el momento de su concepción hasta la muerte natural, como un don sagrado y como el primero de los Derechos Humanos.
– Defendemos la dignidad de todas las personas como un derecho inviolable, especialmente en las fases extremas de sufrimiento y muerte, y rechazamos todo acto contrario a ella.
– Pedimos de los gobernantes y legisladores el pleno desarrollo de los derechos del enfermo.
– Requerimos leyes que protejan la vida humana, respeten y promuevan su cuidado.
– Reclamamos el desarrollo de los cuidados paliativos, que ayudan a vivir la enfermedad grave sin dolor, y el acompañamiento integral y espiritual, a los enfermos y sus familias.
– Reafirmamos nuestra comunión con la Iglesia en esta y en cualquier otra cuestión de orden moral, a cuyo magisterio atendemos con plena obediencia.
Como cristianos, estamos llamados a cuidar y amar al prójimo, acompañándole en el dolor y el sufrimiento, ofreciéndole alivio, consuelo y esperanza. Animamos a los poderes públicos y a la sociedad en general a implicarse en la defensa de la cultura de la vida, trabajando en la mejora, y accesibilidad de todos los cuidados paliativos, y otras medidas terapéuticas, que permiten aliviar el sufrimiento del enfermo terminal y dignificar el final de la vida.
El Papa Francisco lo expresa muy bien en estas palabras:
“La Eutanasia y el suicidio asistido son una derrota para todos. La respuesta a la que estamos llamados es a no abandonar nunca los que sufren, no rendirse nunca, sino cuidar y amar para dar esperanza.”