«Hemos tenido un regalo de la vida y lo queremos compartir»
Clara Mateu y Marta Soler, del Movimiento Consolación
Clara Mateu y Marta Soler son purissimeres, de la Consolación y monitoras del Movimiento Consolación en Vila-real. Pero si la gente las para por la calle y les pregunta estas semanas es porque formaban parte de las Poropopomchispum, el equipo que se mantuvo durante 12 programas de Bloqueados por el Muro, de TVE, ganando en más de una ocasión contra todo pronóstico. El presentador, Àngel Llàcer, dijo en una emisión que contaban con un quinto participante. Ahora nos explican quién era.
- ¿Cómo pensasteis apuntaros a Bloqueados por el Muro?
- Fue cosa mía [Marta]. Lo vi en redes, y lo pasé en broma por un grupo de monitoras de Vila-real y otro de España. Pensaba que nadie se apuntaría pero como que el campamento de verano se había suspendido, Clara, María y Celia se lanzaron. Íbamos a pasárnoslo bien, no a ganar.
- Desde el principio dijisteis que pertenecéis al Movimiento Consolación, y hasta recordasteis el día de la fiesta de la Virgen de la Consolación. ¿Cómo fue dar testimonio en ese ambiente?
- En el cásting preguntan de qué nos conocíamos, y es inviable conocernos si no es en la Consolación. En ningún momento se nos pasó por la cabeza esconder que veníamos de un movimiento católico. Llegamos diciendo que éramos cinco: cuatro y el Señor. Antes de la prueba final rezábamos, y como llevábamos micros todo el mundo nos oía. Al principio se reían, pero al final varios técnicos de la productora se unieron.
- ¿Qué os decían?
- Nos preguntaban sobre la fe. Para nosotros era algo muy normal pero ellos nos dijeron que les sorprendía encontrar gente joven y abierta que fuera creyente. Les sorprendió y se alegraron de conocernos y conocer un poco en lo que estábamos.
- El Papa invita a ir a las periferias, a veces donde de entrada uno no pensaría dar testimonio. Vosotras lo habéis hecho. ¿Os anima a seguir compartiendo vuestra experiencia de fe?
- La verdad es que la mayoría de amigos ya son gente del mismo ambiente. Pero es cierto que en cualquier ocasión no nos importa explicar que vamos a campamentos, Misas y vigilias. Como con el programa: nos gustó mostrar cómo es nuestro mundo y que es como mucho más normal de lo que puede parecer. Y la respuesta siempre fue desde el respeto.
- ¿Qué aporta para vuestra vida participar del carisma de la Consolación?
- Lo hemos recibido todo. El 75% de las cosas que hacemos y con las que nos relacionamos tienen que ver directamente o indirectamente con la Consolación. Nos ha enseñado a respetar a todo el mundo, a intentar ayudar desde donde puedas, nos aporta serenidad y unos valores.
- Parte del premio lo donáis a un proyecto de Delwende, la ONG de la Consolación.
- Se trata de un centro socio-sanitario en Togo para invertir en material y educación. Quisimos ayudar un poco en lo que necesiten en formación y atención. Como no teníamos intención de ganar nada ni sabíamos hasta dónde llegaríamos, consideramos que hemos tenido un regalo de la vida y queríamos compartir. Delwnede viene de una congregación a la que debemos mucho. Es devolver un poco por lo mucho que hemos recibido.
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