La Diócesis se embarca en un nuevo Curso Pastoral presentando el Año Jubilar y la Reflexión Diocesana
Comunión, participación y misión
Sacerdotes, diáconos, religiosos y religiosas, seminaristas y seglares pertenecientes a todas las delegaciones y a todas las realidades que conforman la Diócesis de Segorbe-Castellón han respondido esta mañana a la convocatoria que realizó nuestro Obispo, D. Casimiro, a participar en la Jornada Diocesana de inicio de Curso Pastoral, que ha tenido lugar en el Seminario diocesano Mater Dei.
Eucaristía, fuente y cima de la vida y misión de la Iglesia y de todo cristiano
A las 10:30h. se ha congregado una gran representación de toda nuestra Iglesia diocesana para la celebración de la Eucaristía, en todo momento respetando las medidas sanitarias de seguridad, que ha presidido el Obispo. En la homilía ha exhortado a vivir este nuevo curso “desde el Señor, presente en medio de nosotros en la Eucaristía”, y que “nos envía a la misión”.
También ha invitado a dejarse llevar y mover por el Espíritu Santo, que es quien “nos alienta a vivir como cristianos, transforma nuestro corazón y nos purifica para ser signo transparente y visible de Cristo Jesús en medio del mundo”, ha continuado.
También ha recordado cual es “nuestra tarea” como cristianos rememorando del mandato de Jesús, «Id y haced discípulos», alentando a “llevar a las personas al encuentro con Él, para que transformado su corazón desde la fe en el Señor resucitado también ellos vayan transformando la realidad que nos rodea”.
Para ello, el Evangelio ha de llegar a todos, ha explicado, exhortando a acercarse y a acompañar a los que sufren y han perdido el rumbo de su vida, “no con palabras de prepotencia y de acusación, sino para llevarles al encuentro sanador, liberador y transformador del Señor”.
Carta Pastoral de nuestro Obispo, una ayuda para preparar y celebrar el jubileo
Tras una pausa, D. Casimiro ha presentado su Carta Pastoral con motivo del Año Jubilar Diocesano por el 775º Aniversario de Segorbe como sede episcopal (1247/2022), y que lleva por título “La Iglesia diocesana en Jubileo: de la memoria agradecida, a la comunión vivida y el compromiso misionero”. Con ella, pretende animar a todos los fieles a preparar con esmero y a celebrar con alegría este jubileo.
Como ha explicado, este Aniversario tiene su origen en la bula Pie Postulatio del Papa Inocencio IV, del 12 de abril de 1274, reconociendo la jurisdicción real del Obispo sobre la Ciudad de Segorbe, verdadero origen de la sede episcopal en la Catedral de Segorbe y de la Iglesia diocesana del mismo nombre. Posteriormente, en 1960, por voluntad de San Juan XXIII pasa a llamarse Diócesis de Segorbe-Castellón.
Por ello, el Año Jubilar comenzará el 12 de abril de 2022 y será clausurado el 16 de abril de 2023, Domingo de la Divina Misericordia. Este “es un don que hemos recibido”, ha dicho el Obispo, que debe ayudarnos “a tomar conciencia de lo que somos y de lo que estamos llamados a ser”, el Señor lo ha puesto en nuestras manos “para que lo sigamos viviendo y transmitiendo a los hombres y mujeres de hoy”.
Así, este es “un Año de gracia de Dios para hacer memoria agradecida del pasado, de purificación y renovación personal, comunitaria y pastoral en el presente que nos aliente a salir a la misión, con la fuerza del Espíritu Santo, para llevar a todos la alegría del Evangelio”, ha explicado.
Posteriormente ha indicado los principales objetivos: dar gracias a Dios por el don de nuestra Iglesia diocesana y por tantos dones recibidos, pedir perdón por nuestros pecados e infidelidades, favorecer la conversión personal y comunitaria, propiciar la conversión pastoral y misionera de nuestra Iglesia diocesana, fortalecer la comunión eclesial, y caminar juntos favoreciendo la corresponsabilidad de todos en la vida y misión de nuestra Iglesia diocesana según la propia vocación, ministerio o carisma para ser una Iglesia en salida, evangelizada y evangelizadora.
En relación a las disposiciones o actitudes que deberíamos cultivar a nivel personal y comunitario para este Jubileo, el Obispo ha destacado las siguientes: volver nuestra mirada a Dios, profundizar en la alabanza y en la acción de gracias a Dios Padre, hacer memoria agradecida a Dios de nuestra historia personal en nuestra Iglesia diocesana, cultivar el encuentro personal con Jesucristo, pedir el don de la conversión personal y comunitaria para restaurar la comunión con Dios y con los hermanos, cultivar el mandamiento nuevo del amor, la comunión cristiana de bienes y la dimensión social de la fe, y avivar nuestro compromiso social para curar las llagas de la injusticia.
Dicha Carta Pastoral, que está disponible para todo aquel que lo desee en el Obispado (calle Gobernador 8, Castellón), está dividida en 4 partes: Introducción, Capítulo 1: El Año Jubilar, un año de gracia del Señor, Capítulo 2: Año de gracia para amar más nuestra Iglesia diocesana y crecer en comunión, Capítulo 3: Año de gracia para alentarnos a salir a la misión, y Capítulo 4: Exhortación final, Vivamos la comunión y la misión con esperanza.
Reflexión diocesana para vivir la comunión y la misión con esperanza
Esta Jornada ha finalizado con la presentación, por parte del Vicario de Pastoral, D. Miguel Abril, de la reflexión diocesana a trabajar durante este curso, la cual también nos servirá a llevar a cabo la fase diocesana del Sínodo de los Obispos. Con ella se pretende “señalar prioridades y mostrar el camino por el que debemos ir”, ha dicho, y para ello es necesario el discernimiento y la sinodalidad.
Dicha reflexión se realizará en base a un calendario, que comenzará con la Eucaristía de apertura de la fase diocesana del Sínodo de los Obispos, y que tendrá lugar el 16 de octubre a las 12 h. en la Concatedral de Santa María, Castellón. En total serán 5 momentos o sesiones, de octubre de 2021 a febrero de 2022, que se llevarán a cabo por grupos previamente creados y organizados. Se trata de “hacer una pausa para orar y reflexionar juntos, para abrirnos al Espíritu Santo”, decía D. Miguel Abril.
- Octubre 2021. Primer momento de nuestra reflexión: orientados por la carta pastoral de nuestro Obispo, se trata de ponernos a la escucha del Señor y de los deseos y gemidos de nuestros contemporáneos para descubrir el plan de Dios, su voluntad, los caminos que nos marca para ser sus discípulos misioneros aquí y ahora.
- Noviembre 2021. Segundo momento de nuestra reflexión: cómo anunciamos hoy a Jesucristo. Reconocernos, interpretar y elegir en la llamada a testimoniar y manifestar explícitamente la fe cristiana a quienes no conocen a Cristo, se han alejado o se encuentran en búsqueda (Primer anuncio).
- Diciembre 2021. Tercer momento de nuestra reflexión: procesos de acogida y maduración con personas que, en proceso de búsqueda, desean vincularse más fuertemente a la Iglesia (Acompañamiento).
- Enero 2022. Cuarto momento de nuestra reflexión: animar procesos formativos de carácter integral y permanente como cauce que lleven a una progresiva identificación personal con Cristo, para configurar desde Él toda nuestra vida (Procesos formativos).
- Febrero 2022. Quinto momento de nuestra reflexión: recuperar la dimensión social como verificación de la propia vocación y promover que nuestras comunidades sean auténtica Iglesia en salida, que existe para evangelizar, y tiene en la “cultura del encuentro” la clave de aproximación a la realidad social en la que se encuentra. (Presencia en la vida pública).
- En marzo de 2022 se realizará el envío de la aportación diocesana a la Conferencia Episcopal Española.
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