Se abre un camino sinodal en la Iglesia
“Por una Iglesia sinodal: comunión, participación y misión”
Con el lema “Por una Iglesia sinodal: comunión, participación y misión”, la XVI Asamblea General Ordinaria del Sínodo de los Obispos se celebrará en Roma en octubre de 2023, y estará precedida por una fase diocesana y otra continental.
“El camino de la sinodalidad es el camino que Dios espera de la Iglesia del tercer milenio. Lo que el Señor nos pide, en cierto sentido, ya está todo contenido en la palabra «Sínodo». Caminar juntos —laicos, pastores, Obispo de Roma— es un concepto fácil de expresar con palabras, pero no es tan fácil ponerlo en práctica”, (Papa Francisco, 17 de octubre de 2015, Conmemoración del 50 Aniversario de la institución del Sínodo de los Obispos).
Para ello debemos estar implicados y participar todos los bautizados, y no cabe duda de que un Sínodo es un medio para dar respuesta a los retos y necesidades que en esta época se nos plantean en cuanto a Iglesia que ha de anunciar y dar testimonio del Evangelio. A este fin se hará una consulta en todas las diócesis, para facilitar la participación de todo el Pueblo de Dios.
APERTURA DEL SÍNODO: octubre 2021
Tiene lugar en el Vaticano y en cada Iglesia particular. El Papa Francisco inauguró este itinerario el pasado fin de semana; y el próximo sábado, 16 de octubre a las 11 h., se celebrará en nuestra Diócesis de Segorbe-Castellón, con una Eucaristía que presidirá el Obispo, D. Casimiro, en la S.I. Concatedral de Santa María (Castellón).
FASE DIOCESANA: octubre 2021-abril 2022
“Camina conmigo” es el significado de la expresión latina `vademecum´. Y Vademécum es el título de un documento concebido como un manual que acompaña al Documento Preparatorio, al servicio del camino sinodal, con propuestas para realizar la consulta en todas las diócesis, con la finalidad de que el proceso sinodal se realice en la escucha de la totalidad de los bautizados, dotados del “sentido de la fe” (`sensus fidei´).
Dando la oportunidad de escuchar y dialogar a nivel local a través de este Sínodo, el Papa Francisco está llamando a la Iglesia a redescubrir su naturaleza profundamente sinodal. Este redescubrimiento de las raíces sinodales de la Iglesia implicará un proceso de aprender juntos con humildad, cómo Dios nos llama a ser Iglesia en el tercer milenio.
Para llevar a cabo la consulta sinodal, y como punto de referencia y de contacto con la Conferencia Episcopal Española, el Obispo ha nombrado a un Responsable sinodal, D. Miguel Abril, que está acompañado en su tarea por un Equipo diocesano.
Esta fase diocesana se desarrollará entre octubre de 2021 y abril de 2022. Cabe destacar que, en el caso de nuestra Diócesis, esta fase del Sínodo de los Obispos se va a llevar a cabo de forma armónica junto a una Reflexión Diocesana, que será la que nos señale prioridades y nos muestre el camino por el que debemos ir. Dicha Reflexión se realizará en base a un calendario. En total serán 5 momentos o sesiones que se llevarán a cabo por grupos previamente creados y organizados.
- Octubre 2021: orientados por la Carta Pastoral de nuestro Obispo con motivo del Año Jubilar Diocesano, se trata de ponernos a la escucha del Señor y de los deseos y gemidos de nuestros contemporáneos para descubrir el plan de Dios, su voluntad, los caminos que nos marca para ser sus discípulos misioneros aquí y ahora.
- Noviembre 2021: cómo anunciamos hoy a Jesucristo. Reconocernos, interpretar y elegir en la llamada a testimoniar y manifestar explícitamente la fe cristiana a quienes no conocen a Cristo, se han alejado o se encuentran en búsqueda (Primer anuncio).
- Diciembre 2021: procesos de acogida y maduración con personas que, en proceso de búsqueda, desean vincularse más fuertemente a la Iglesia (Acompañamiento).
- Enero 2022: animar procesos formativos de carácter integral y permanente como cauce que lleven a una progresiva identificación personal con Cristo, para configurar desde Él toda nuestra vida (Procesos formativos).
- Febrero 2022: recuperar la dimensión social como verificación de la propia vocación y promover que nuestras comunidades sean auténtica Iglesia en salida, que existe para evangelizar, y tiene en la “cultura del encuentro” la clave de aproximación a la realidad social en la que se encuentra. (Presencia en la vida pública).
En marzo de 2022 se reunirá el Consejo Presbiteral y el Consejo Diocesano de Pastoral para la redacción de la aportación diocesana, que se enviará después a la Conferencia Episcopal. Los obispos españoles tendrán un periodo de discernimiento, escuchando aquello que el Espíritu ha suscitado, al que seguirá la redacción de una síntesis que se enviará a Roma, donde la Secretaría General del Sínodo procederá a la redacción del primer documento de trabajo, el Instrumentum Laboris, antes de septiembre de 2022.
FASE CONTINENTAL: septiembre 2022 – marzo de 2023
Los representantes de las conferencias episcopales dialogarán a nivel continental sobre el texto del Instrumentum Laboris, realizando un discernimiento a la luz de las particularidades culturales específicas de cada continente. Posteriormente redactarán un documento final, que se enviará a la Secretaría General del Sínodo, encargada de redactar el segundo Instrumentum Laboris
FASE DE LA IGLESIA UNIVERSAL: octubre de 2023
La Secretaría General del Sínodo enviará el segundo Instrumentum Laboris a los participantes en la Asamblea General del Sínodo de los Obispos, que se celebrará en Roma en octubre de 2023.
¿Qué es un sínodo de obispos?
Etimológicamente, sínodo significa “caminar juntos”, y el sínodo de los obispos es una institución eclesial antigua, recuperada y valorada aún más por el Concilio Vaticano II. El objetivo principal de su celebración es la de asesorar al Papa.
Los obispos se reúnen en el Vaticano, y dependiendo de la urgencia del tema puede tener carácter ordinario o extraordinario. Tras su celebración es muy habitual que el Papa redacte una exhortación apostólica postsinodal.
Según el Código de Derecho Canónico es:
«Una asamblea de Obispos escogidos de las distintas regiones del mundo, que se reúnen en ocasiones determinadas para fomentar la unión estrecha entre el Romano Pontífice y los Obispos, y ayudar al Papa con sus consejos para la integridad y mejora de la fe y costumbres y la conservación y fortalecimiento de la disciplina eclesiástica, y estudiar las cuestiones que se refieren a la acción de la Iglesia en el mundo».
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