Joventut Antoniana celebra las fiestas en honor a San Antonio de Padua
Al llegar el mes de junio, Joventut Antoniana vive en fraternidad las fiestas en honor a san Antonio de Padua en la parroquia de san Francisco de Asís de Vila-real. En cada una de las celebraciones le piden al Señor que les enseñe a ser más cercanos con las personas que acogen y atienden. Además, durante estos días renuevan el compromiso hacia los preferidos de Dios, agradeciéndole todos los dones que les regala.
El triduo en honor al santo paduano se celebró durante los días 8, 9 y 10 de junio, con la Eucaristía que presidió el padre franciscano José Daniel Llácer Ibáñez, procedente del Convento Franciscano Nuestra Señora de Jesús en la parroquia zaragozana de Jesús Maestro. En sus homilías mencionó la breve carta que el hermano Francisco escribió a fray Antonio manifestándole que le gustaría que enseñara teología a los frailes, siempre que no apagara el espíritu de oración y devoción. San Antonio de Padua supo hacer viva la Palabra de Dios. Nosotros, como cristianos, debemos reflexionar la Palabra, hacerla nuestra y llevarla a la vida. Recordó también que Jesús instituyó la Eucaristía y el sacerdocio en la Última Cena y comentó uno de los milagros más famosos en la vida de san Antonio de Padua; el conocido como el milagro de la Eucaristía o de la mula, donde demostró ante un hereje, la presencia real y viva de Jesús en el sacramento de la Eucaristía, ya que la mula decidió adorar al Santísimo Sacramento.
El viernes 10 de junio tuvo lugar la Vigilia de Oración, bajo el lema “Somos la sal de la tierra y la luz del mundo”. Mediante estas dos imágenes, llenas de significado, Jesús nos transmite el sentido de su misión y de su testimonio. Todos los bautizados somos discípulos misioneros en el mundo y estamos llamados a ser testigos del Evangelio, dando sabor en los diversos ambientes en los que estamos, como hace la sal, y a llevar la luz de Cristo con nuestras obras de caridad.
Los actos continuaron el domingo 12 de junio con la celebración de la fiesta de la Joventut Antoniana y posterior procesión, tras dos años sin poderla celebrar a causa de la pandemia. La Eucaristía estuvo presidida por el Ministro Provincial fray Joaquín Zurera Ribó, asistiendo representantes de las asociaciones, congregaciones y movimientos religiosos de Vila-real y miembros de la Corporación Municipal. Al día siguiente, el lunes 13 de junio, se celebró la festividad de san Antonio de Padua, presidida también por el Ministro Provincial, donde se impusieron las medallas a los 19 nuevos antonianos, y se bendijeron y repartieron los panecillos, que en total fueron 1400. Además de repartirlos a los asistentes a la celebración, se llevaron a los conventos de la ciudad y a los enfermos de la parroquia. En sus homilías, el Ministro Provincial nos invitó a vivir el amor fraterno, a que busquemos comunicar el amor de Dios para que surja un sentimiento de fraternidad profunda y a que tengamos a Jesús en el centro de nuestras vidas para dar testimonio de su Evangelio con nuestra fe y obras. Las celebraciones finalizaron el martes 14 de junio con la Eucaristía por los difuntos de la Asociación, presidida por el P. Francesc Costa, director espiritual de la Joventut Antoniana.
Los presidentes de Joventut Antoniana han hecho un balance positivo de las celebraciones. Han agradecido tanto al predicador del triduo como al Ministro Provincial “que nos hayan acompañado en los días más importantes para la Asociación y por las palabras que nos han transmitido durante su estancia en Vila-real”. Y por supuesto a la comunidad franciscana, “ya que, sin su presencia, Joventut Antoniana no sería lo que es.” Que a san Antonio de Padua suscite en cada uno de nosotros el deseo de experimentar la misma inquietud que lo llevó por los caminos del mundo para testimoniar, con la palabra y las obras, el amor de Dios.
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