«Amor fecundo»: la dimensión gratuita del amor
Bajo el título «El amor da color al gris del mundo» se presenta este sexto vídeo que, con motivo del «Año de la Familia», promueve el diálogo online entre el Santo Padre y las Familias. En esta ocasión, el Papa Francisco nos presenta a Enrico y Francesca, un matrimonio de Venecia con siete hijos y que en este momento se encuentran en misión en Bridgeport (Connecticut, EE.UU).
El Papa se sirve de la experiencia de esta familia para exponer que «el amor conyugal no se agota al interior de la pareja, sino que genera una familia» porque es dador de vida. Cada nueva vida, asegura Francisco, “nos permite descubrir la dimensión más gratuita del amor, que jamás deja de sorprendernos pues los hijos son amados antes de que lleguen lo que refleja el primado del amor de Dios que siempre toma la iniciativa».
Enrico y Francesca
Son el matrimonio protagonista de esta sexta entrega. Están casados desde hace 28 años y tienen 7 hijos. Tras el sufrimiento de los primeros años en los que, tras dos abortos espontáneos y dos operaciones de útero, los médicos les aseguraron que Francesca era estéril, sintieron el apoyo de la iglesia y de su comunidad neocatecumenal. Gracias a estos siete años de sufrimiento, afirma Francesca, «sentimos que Dios nos llamaba a ser fecundos, a abrirnos a la vida, a su plan para nosotros, y en Rusia adoptamos a nuestro primer hijo, Emmanuel». En el diálogo con las familias, el Papa Francisco pone de relieve que «la adopción es una opción cristiana, pues adoptar es dar una familia a quien no la tiene y es el acto de amor por el que un hombre y una mujer se convierten en mediadores del amor de Dios».
La acogida de su primer hijo permitió a Enrico y Francesca sanar heridas y sentirse amados y perdonados por Dios, y después, dice Francesca, «llegó la gracia y unos meses después de la adopción quedé embarazada y nació Josué, luego Miriam, Benedetta, Israel, Simón Pedro y Natanael, junto con otros cinco abortos espontáneos que son los ángeles que nos esperan en el cielo. En 2005, llenos de gratitud y alegría, nos ofrecimos y fuimos enviados por el Santo Padre Benedicto XVI como familia en misión».
Junto con este vídeo, el Dicasterio para los laicos la familia y la vida, ha publicado el correspondiente subsidio que invita a la reflexión y a trabajar en familia pues como asegura Enrico, «la misión, junto con nuestros hijos es dar testimonio del amor de Dios a las personas que encontramos en nuestro camino, anunciando con nuestra vida que Cristo ha resucitado y ha vencido a la muerte».
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