Imposición de la ceniza a los alumnos del IES Cueva Santa y de los colegios diocesanos de Segorbe
Esta mañana, la catedral de Segorbe ha acogido la celebración de la Misa con la imposición de la ceniza, presidida por el Obispo, y a la que han asistido los alumnos de los colegios diocesanos del Seminario y de La Milagrosa, así como el IES Cueva Santa, además de numerosos fieles.
En la homilía, Casimiro López Llorente ha hecho hincapié en «cinco palabras sobre las que profundizar en este tiempo en el que caminamos al encuentro con el Señor: Cuaresma, conversión, oración, ayuno y limosna».
CUARESMA
De la Cuaresma, decía, se trata de «un tiempo de cuarenta días que nos lleva a la Pascua del Señor», explicando el significado de su duración, «durante cuarenta años, el pueblo de Israel peregrinó por el desierto hacia la tierra prometida […] eran esclavos y fueron liberados por Dios», pero también «fueron cuarenta días los que Jesús, previos a su misión pública, se retiró al desierto, ayunando, y fue tentado por el diablo para que no acogiese la voluntad de Dios».
CONVERSIÓN
El Obispo ha hablado de la importancia de aprovechar este tiempo para la conversión, «para volver nuestra mirada y nuestro corazón a Dios y a los hermanos», recordado la importancia de escuchar la Palabra, «hemos de volver a Dios para que Él ocupe el centro de nuestra vida».
ORACIÓN
«Difícilmente podemos volver nuestra mirada a Dios si no lo escuchamos, si no oramos, porque Él nos habla cuando proclamamos la Sagrada Escritura», les decía tras proponerles la lectura diaria de un fragmento de la Biblia junto a sus padres.
AYUNO
También les ha recordado la importancia de hacer ayuno, especialmente en la jornada de hoy y el Viernes Santo, «hay que ayunar, porque no todo se reduce a comer y a tener, hay cosas más importantes», citando las palabras que Jesucristo le dice al diablo tras ser tentado: “No sólo de pan vive el hombre, sino de toda palabra que sale de la boca de Dios’” (Mt. 4, 4). Igualmente, les ha propuesto realizar ayuno de móvil y de televisión.
LIMOSNA
Con la limosna, «podemos ayudar a aquellos que lo necesitan, a una persona que necesita para comer, o que está enferma, a una persona que está sola, o que sufre, y esta será la prueba de que en el centro de nuestra vida hemos puesto a Dios», citando el capítulo 25 del Evangelio de Mateo: «cuanto hicisteis a unos de estos hermanos míos más pequeños, a mí me lo hicisteis».
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