Conversión, seguimiento y misión, las claves para la Visita Pastoral
La Concatedral de Santa María ha acogido la Eucaristía de inicio de la Visita Pastoral a la ciudad de Castellón. Un tiempo de gracia. O según la definición que dado el Obispo: “Ante todo, un momento de encuentro con Cristo para fortalecer nuestra fe, esperanza y caridad”. Para que sea posible, Mons. López Llorente ha dado tres claves: la conversión personal y comunitaria, el seguimiento de Cristo y la disponibilidad a la misión.
Si bien en la base está la conversión personal, el Obispo ha dirigido la mirada a la conversión de las comunidades parroquiales: “No pueden ser meros lugares donde se ofrecen servicios religiosos. Hay que dejarse evangelizar para que sean fraternas y cogedoras, donde se viva el Evangelio y se salga en misión”.
El seguimiento implica, explicaba Mons. López Llorente, “responder a su llamada, ser piedras vivas, conocer, escuchar y obedecer a Cristo”. Así se corresponde a la tarea de anunciar a “Jesucristo muerto y resucitado para que todos tengamos vida y se transforme la realidad personal, social y familiar”.
Recuerdo de los enfermos
El Obispo ha insistido en que la Visita Pastoral va dirigida a todas las realidades de la Iglesia en Castellón, creando unidad entre los que la forman. Ha pedido a la Virgen del Lledó que este acontecimiento “deje huella en todos nosotros”, y ha confiado a los presentes a llevar su saludo y bendición a los enfermos e impedidos: “Ellos también son destinatarios de la visita. Que lo comuniquen a su párroco y yo iré con mucho gusto a visitarlos”, aseguraba.
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