El Papa canonizará a Pablo VI y Óscar Romero este domingo
Este domingo, 14 de octubre, el Papa Francisco canonizará en la Ciudad del Vaticano al papa Pablo VI y al arzobispo salvadoreño Oscar Arnulfo Romero, mártir. Esta celebración tendrá lugar durante el Sínodo de Obispos sobre los jóvenes que del 3 al 28 de octubre está llevando a cabo en la misma Ciudad del Vaticano.
Los milagros atribuidos para la canonización
Óscar Romero fue abatido por un comando de ultraderecha el 24 de marzo de 1980 cuando oficiaba la Misa. La dictadura militar salvadoreña se oponía enérgicamente a la prédica de Romero contra la represión de los pobres al inicio de la guerra civil. En sus mensajes, Romero denunciaba todas las injusticias de aquel entonces y defendía a los más pobres y desprotegidos, lo que le costó la vida previo al estallido de la guerra civil (1980-1992).
Pablo VI dirigió la Iglesia Católica Romana desde 1963 hasta su muerte en 1978, Él será el tercer papa que Francisco convierte en santo después de Juan XXIII y Juan Pablo II. El pontífice Pablo VI es conocido por su encíclica Humane Vitae (De la vida humana).
El milagro atribuido a Pablo VI es a favor de la vida. La fe llevó a una futura madre a pedir al Papa la intercesión ante Dios por un milagro. Lo hizo en un lugar muy especial para Pablo VI, el santuario donde maduró su juvenil vocación sacerdotal y donde iba a rezar con su familia todos los domingos. El pequeño y gran milagro se llama Amanda, una niña bella y risueña que nació el 25 de diciembre 2014 con apenas 24 semanas y 4 días de gestación. La niña nació prematuramente tras un parto complicado, la rotura de la placenta y la incompatibilidad con la vida sin el líquido amniótico. Los médicos aconsejaban el aborto.
Otras importantes aportaciones de Pablo VI son:
– Encíclica «Ecclesiam Suam» (1964) «la Iglesia debe ir hacia el diálogo con el mundo en que le toca vivir».
– Constitución conciliar «Gaudium et Spes» (7-XII 1965) ·»Los gozos y las esperanzas, las tristezas y las angustias de los hombres de nuestro tiempo, sobre todo los pobres y de cuantos sufren, son a la vez gozos y esperanzas, tristezas y angustias de los discípulos de Cristo. Nada hay verdaderamente humano que no encuentre eco en su corazón… La Iglesia por ello se siente íntima y realmente solidaria del género humano y de su historia»
– Encíclica «Populorum progressio» (26-3-1967). La cuestión social es abordada en su «dimensión mundial». Frente a los graves problemas del desarrollo de los pueblos, llama a la búsqueda de «Un humanismo nuevo, el cual permita la hombre moderno hallarse a si mismo, asumiendo los valores del amor, de la amistad, de la oración y de la contemplación. Así podrá realizar, en toda su plenitud, el verdadero desarrollo, que es el paso, para cada uno y para todos, de condiciones de vida menos humanas a condiciones más humanas»