«En la Eucaristía está la fuente de la vida, del amor y de la comunión con Dios y con los hermanos»
Palabras de D. Casimiro en la peregrinación jubilar de los Arciprestazgos de Castellón a la S. I. Catedral
Este sábado los Arciprestazgos de Castellón, en comunión con nuestro Obispo, han celebrado el Año Jubilar Diocesano. Los fieles de todas las parroquias de Castellón, junto a sus respectivos párrocos, así como a movimientos eclesiales, cofradías y asociaciones de fieles han peregrinado a la Santa Iglesia Catedral.
Como preparación a la jornada de hoy, el pasado martes se organizó una celebración penitencial en la Concatedral de Santa María, en Castellón que, iniciándose a las 18h. de la tarde se prolongó hasta las 20h, donde en adoración y oración ante el Santísimo Sacramento quienes lo desearon pudieron confesarse.
La celebración de hoy ha arrancado a primera hora de esta mañana en la Capilla del Seminario Diocesano de Segorbe, desde donde, cumpliendo con los ritos de la peregrinación, han salido en procesión hasta la Puerta Santa.
Mons. Casimiro López Llorente ha presidido la Misa del Peregrino que ha estado concelebrada también por todos los sacerdotes participantes. Tras la proclamación de la Palabra, la homilía de nuestro Obispo se ha centrado en la importancia de la celebración como acción de gracias a Dios por el legado de fe de quienes nos precedieron y también como oportunidad única de acoger la gracia del Año Jubilar uniéndonos a Cristo para crecer en comunión y juntos contribuir a la misión de anunciar el Evangelio.
El Obispo ha dado gracias gracias a Dios por cada uno de los presentes y por las comunidades parroquiales a las que representan «porque con vuestra presencia, hoy aquí, manifestáis vuestro deseo de acoger la gracia de Dios que nos ofrece en este Año Jubilar para dejarnos renovar en nuestra fe, en nuestra vida cristiana y en nuestra vida diocesana encontrando el camino para llevar a Cristo Jesús y a su Evangelio a todos los hombres y mujeres de nuestro tiempo».
D. Casimiro se ha referido «a la renovación que el Señor nos ofrece para hacerla desde Él porque somos Iglesia peregrina al encuentro definitivo del Señor». «Él es el centro de nuestra fe y de nuestra vida», ha dicho el Obispo. Ha recordado que los signos de la peregrinación nos hablan permanentemente de Él, y se ha referido a la parada en cada una de las estaciones, desde la entrada por la Puerta Santa «que es Cristo mismo y la puerta para entrar en la vida de los Hijos de Dios por el Bautismo», ha dicho nuestro Obispo, uniéndonos a Jesucristo frente al Sagrario como paso previo a la solemne celebración de la Eucaristía y al encuentro con Él a través de la Palabra.
En este sentido se ha referido a «la Eucaristía y la Palabra de Dios como elementos que no pueden faltar en la vida de un cristiano porque ahí está la fuente de la vida, del amor y de la comunión con Dios y con los hermanos». Durante la homilía D. Casimiro ha recordado la importancia de peregrinar a la la sede episcopal, donde se encuentra la cátedra del Obispo «que nos sitúa como Iglesia Diocesana en la sucesión apostólica y nos entronca con el mismo Cristo Jesús».
La de hoy ha sido una celebración en la que también se ha recordado que mañana domingo, la Iglesia celebra la Jornada del Domingo de la Palabra. En este sentido, como padre y Pastor de la Iglesia de nuestra Diócesis, nos ha exhortado a «darla a conocer, divulgarla, acogerla y hacerla viva». La Palabra de Dios «es actual – ha recordado D. Casimiro, «y nos interpela aquí y ahora para renovarnos en nuestra mente, en nuestro corazón y en nuestra vida y que hemos de acoger para que de verdad sea una palabra viva que va transformándonos hacia Cristo».
La Palabra de Dios «nos lleva a la Eucaristía donde renovamos el Misterio Pascual y el Señor se nos da uniéndose a nosotros y crea fraternidad entre nosotros», ha destacado D. Casimiro, «uniendo a las hijas e hijos de Dios, siendo testigos del amor proclamado y celebrado en la Eucaristía». Así ha invitado a los presentes a participar activamente en la Eucaristía e invitar a otros a hacerlo porque sin ella, «nuestra vida personal y comunitaria se debilita y nos quedamos sin fuerza para proclamar lo que hemos celebrado a otros».
Estas palabras ha servido a nuestro Obispo para recordar el lema de este Año Jubilar en el que todos estamos convocados a «crecer en comunión para salir a la misión». La misión de todos nosotros como Iglesia Diocesana «no es para nuestro propio deleite, sino para mostrar a otros lo que hemos recibido que es a Cristo Jesús muerto y resucitado para que todo el que crea en Él tenga vida eterna porque Él es luz en nuestro caminar».
¿Cómo hacerlo?, ha interpelado D. Casimiro a la asamblea, «cada uno ha de ver el momento y el lugar, pero si se vive la fe, – ha dicho recordando a Jeremías – se transmite por el testimonio de vida, tanto si se es joven como si se es mayor porque toso somos piedras vivas de este templo que simboliza a nuestra Iglesia Diocesana», invitándonos a convertirnos en testigos de Jesús, «trabajando juntos para que la buena nueva llegue a todos, porque el Señor nos ha llamado a vivir la comunión».
Para concluir ha recordado que «el Señor nos acompaña siempre y no hay que tener miedo, a pesar de que los tiempos son difíciles». Todos unidos y, «alentados por el Espíritu hemos de salir al encuentro con las mujeres y los hombres de hoy», ha concluido D. Casimiro. Y así ha pedido intercesión a la Virgen, «para que como ella acojamos la Palabra de Dios y hacer la voluntad del Señor».
La jornada de hoy lo ha sido de júbilo y alegría para todos cuantos han participado en la peregrinación. La Parte musical de la celebración ha corrido a cargo de la Capilla de la S.I. Catedral de Segorbe
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