Hakuna pasa su primer verano en la Diócesis organizando Horas Santas en Benicasim
Durante los meses de julio y agosto varias decenas de jóvenes se han reunido los lunes por la noche en Benicasim. El punto de encuentro: la parroquia de Santo Tomás de Villanueva. El motivo: una hora de adoración al Santísimo acompañada por una meditación o testimonio. El grupo juvenil Hakuna no ha querido hacer vacaciones, y durante el verano ha trasladado sus actividades de Castellón a la costa benicense, aprovechando la presencia de jóvenes de fuera que en sus lugares de procedencia participan de las actividades del movimiento.
Por los encuentros han pasado el párroco, Luis Oliver, o la religiosa Catalina Nowak, de las hermanas de la Sagrada Familia de Nazaret, que ayer, lunes 17, explicó su testimonio: «Nos mostró a través de su vivencia cómo se puede ser feliz de muchas maneras, también respondiendo a la vocación religiosa», explica Alessia del Corso, una de los responsable de Hakuna. El 24 de agosto será la última convocatoria antes de volver a Castellón.
Hakuna nació tras la Jornada Mundial de la Juventud (JMJ) de Río, en 2013, a partir de la iniciativa del sacerdote Jose Pedro Manglano y un grupo de jóvenes de su parroquia. El objetivo es «seguir al Señor viviendo como un joven normal, pero con Él». En la Diócesis comenzó de forma estable en noviembre del año pasado, ubicados en la parroquia de El Salvador, y participan regularmente una media de 30 jóvenes.
Próximas actividades
El domingo próximo, 23 de agosto, animarán con cantos la Misa de las 21h en el complejo parroquia San Juan Pablo II de Benicasim, y el lunes será la última vigilia. A partir de septiembre, comenzarán los encuentros del curso: la Hora Santa semanal, un retiro regular (llamados God Stop), y un voluntariado para el que se está mirando la entidad con la que colaborar.
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