Las comunidades agustinas celebran su fundador
Las comunidades agustinas de religiosas en Montornés y de los padres en Castellón celebraron conjuntamente su fundador con una eucaristía y comida fraterna. Los religiosos explican que lo esencial del legado de San Agustín, obispo en el norte de África y doctor de la Iglesia, es “la búsqueda incesante de Dios y la experiencia de su misericordia”, reflejado en frases célebres como “nos hiciste Señor para ti, e inquieto está nuestro corazón hasta que no descanse en ti”. En Montornés hay nueve religiosas, y en la iglesia de San Agustín tres padres.
La celebración del domingo contó con la presencia del visitador episcopal para las contemplativas, D. Joaquín Guillamón, pero los actos habían comenzado dos días antes. La víspera era la memoria de Santa Mónica, madre de San Agustín, por cuya oración incesante consiguió la conversión de su hijo. Y el 26 se celebraba el primer aniversario del fallecimiento del P. Javier Iraola, agustino que construyó la parroquia de Santo Tomás de Villanueva, y que reunió a numerosos amigos y familiares en el monasterio de Ntra. Sra. de Mirambel.
En Castellón, los padres rezaron una oración del santo en los oficios religiosos del lunes y dieron a venerar su reliquia. Esta comunidad está presente en Castellón desde el siglo XIV, a excepción de los años en que fueron expulsados con la Desamortización. El convento castellonense fue el único de la provincia de Castilla que se recuperó ya a mediados del siglo pasado. Actualmente acoge las asociaciones de la Virgen de Fátima y de Santa Rita, además de atender a numerosos enfermos a los que se les lleva la comunión: “Vamos donde nos pidan; Estamos para servir y atender a los enfermos o incapacitados”, asegura el P. Augusto González, superior.
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