Los sacerdotes, como los padres de familia, no se jubilan
La CCE publica un estudio de edad del clero diocesano en España
El código de Derecho Canónico establece que los sacerdotes deben presentar, al cumplir los 75 años de edad, su renuncia al Obispo para finalizar su oficio eclesiástico. Aunque el Obispo, por su parte, podrá o no aceptarla, según las circunstancias de la persona y el lugar.
De hecho, en nuestra diócesis, un buen grupo de sacerdotes mayores de 75 años siguen al pie del cañón, algunos de ellos siendo todavía la cabeza de las parroquias que llevan.
Y es que un sacerdote, como un padre de familia, nunca deja de serlo aunque se haya jubilado, y sigue ayudando en la pastoral y en las distintas parroquias. Ellos comportan una figura fundamental y necesaria en la sociedad, pero la realidad es que cada vez son menos los que siguen a Dios a través de esta vocación. Leer más