El visitador de las monjas de clausura pide que se sostenga a las comunidades contemplativas
Los más de 50 días de confinamiento también han afectado a las religiosas de clausura. Las primeras semanas varios medios de comunicación se dirigieron a ellas para que compartiesen consejos sobre cómo vivir recluido con una sociedad acostumbrada hasta entonces a salir y entrar sin limitaciones. Desde sus celdas han confeccionado miles de mascarillas para presos, sanitarios, fuerzas de seguridad, países pobres… y han rezado por todos y con todos. Pero las restricciones han provocado que algunas comunidades pasen por penurias.