El Obispo recuerda la llamada universal a la santidad en Todos los Santos
Con motivo de la solemnidad de Todos los Santos, Mons. Casimiro López Llorente ha presidido sendas Eucaristías en los cementerios de Castellón y Segorbe. El Obispo ha insistido en que la santidad es un don de Dios dirigido a todos los bautizados, y que esta celebración debe aumentar “el deseo de acoger y vivir” ese regalo. Adelantándose a la conmemoración de los fieles difuntos, ha invitado a orar por ellos desde la certeza que “estamos unidos más allá del umbral de la muerte”.
Prefiriendo una homilía espontánea a la escrita que tenía preparada, el Obispo definía la santidad como “participar en plenitud en la vida y el amor de Dios”. También llamaba la atención sobre el hecho de que entre los santos hay “mucha gente sencilla, la mayoría desconocidos, pero sabedores que necesitan de Dios, y por ello son los únicos que pueden acoger el don de Dios”.
Santidad en la vida ordinaria
“Tantos padres y madres de familia que han acogido la vida y han educado a sus hijos, tantos profesionales que han trabajado con honradez, tantas y tantas personas que en el día a día supieron vivir su vocación de cristianos”, detallaba mons. López Llorente.
Esos santos, afirmaba, despiertan en los creyentes “el deseo de estar entre ellos y la consciencia que caminan con nosotros”. Para ello, explicaba el Obispo, es muy “importante dejarse encontrar una y otra vez por el amor de Dios, que es el único que nos capacita para vivir en el espíritu de las Bienaventuranzas”.
Sin miedo a la muerte
Refiriéndose a la conmemoración de los fieles difuntos, que se celebra el 2 de noviembre, Mons. López Llorente ha animado a “caminar con fe y esperanza, sin temor a la muerte porque no es el final, es un tránsito”. Al terminar la Misa, se ha realizado un responso en los cementerios.
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