Vila-real celebra a su patrona con la Misa Solemne y una procesión claustral
Con un aforo permitido de 400 personas, la Arciprestal San Jaime de Vila-real ha acogido la Misa Solemne en honor a la Virgen de Gracia, patrona de la ciudad. La de este año ha sido una celebración especial debido a la crisis sanitaria, aunque se ha contado con la asistencia de numerosos fieles, además de las autoridades municipales y de la reina y damas.
«Alégrate, llena de gracia, el Señor está contigo»
El Evangelio de la Anunciación ha centrado la homilía del párroco, Javier Aparici, que ha puesto el acento en el comienzo de la salvación que llega a través del Señor gracias al sí de María.
“A nuestro pueblo le gusta llamarle así, con este título hermoso de `la llena de gracia´, la Mare de Déu de Gràcia – decía – y desde tiempo inmemorial en Vila-real invocamos y veneramos a María con estas palabras del ángel”. “Este año más si cabe es necesario invocarla y sentirla muy cerca de nosotros”, debido a “la pandemia que invadió de pronto nuestras vidas y que nos ha hacho sentir la necesidad de buscar el amparo de la Virgen María, y de acercarnos a ella para encontrar refugio bajo su manto”, ha continuado.
“Ella se mantuvo al pie de la cruz junto al Señor, y sigue estando aquí”, atendiendo “las necesidades y las cruces de los hombres, junto a las camas de nuestros enfermos y de aquellos que luchan en soledad frente a la pandemia”, ha asegurado el párroco.
Invocar y celebrar a la Mare de Déu de Gràcia significa y nos recuerda “que también nosotros estamos llenos de gracia, pues todo lo que somos procede de Dios”, por eso “el creyente vive toda su vida con un sentido de gratitud porque sabe que todo es don de Dios”.
También “debemos ser conscientes de que la gracia que hemos recibido debe crecer en nosotros”, pues “de nosotros depende responder con fidelidad al don recibido y vivir como discípulos de Jesús, caminando hacia la santidad”, ha explicado Javier Aparici, “y una buena manera de recorrer este camino es hacerlo mirando a la Virgen María”.
Y por último ha indicado que debemos transmitir la gracia recibida a los demás, “así lo vemos en la vida de María”, pues es para todos aquellos que se relacionan con ella “portadora de gracia”.
Dejar un comentario
¿Quieres unirte a la conversación?Siéntete libre de contribuir!