Cáritas Diocesana celebra el tradicional gesto solidario en favor de las personas sin hogar en la plaza Huerto Sogueros
Cáritas Diocesana de Segorbe-Castellón ha celebrado el tradicional gesto solidario, que cumple 27 años de antigüedad este año, en la plaza de Huerto Sogueros con el que pretenden concienciar a todos los castellonenses sobre la importancia del problema de las personas sin hogar en nuestra diócesis y abrir caminos que nos ayuden a afrontarla.
El acto ha consistido en la lectura de un manifiesto que ha sido leído por Minerva Saura, coordinadora del Área de Inclusión de Cáritas Diocesana de Segorbe-Castellón, con el que se ha querido visibilizar a las personas sin hogar. Al terminar su lectura se han citado los nombres de pila de 800 de las 4.000 personas registradas en el archivo histórico del Servicio de Acogida de la entidad diocesana que están o han estado sin hogar. Asimismo, este servicio atendió a 717 personas sin hogar durante 2018.
El lema de la campaña del Día de las Personas Sin Hogar, que se celebrará este próximo domingo 27 de octubre es: “Ponle cara. ¿Y tú qué dices? Di basta. Nadie sin hogar”. Como se recoge en el manifiesto leído en la plaza de Huerto Sogueros, de estos datos fríos y anónimos, “siempre estamos personas concretas, personas que sufrimos y lloramos, personas que amamos y perdonamos, personas que, en definitiva, queremos ser felices”. Cuando somos capaces de superar nuestros miedos, estereotipos y prejuicios y acercaros a nosotros –afirma- “podréis observar que representamos una realidad tan plural, en la que podéis descubrir, como en todo ser humano, hombres y mujeres que estamos llenos de miserias, de riquezas y de posibilidades. Poner cara y rostro es el primer paso para contribuir a una sociedad más inclusiva que no deje en los márgenes a ningún ser humano que siempre es su auténtico valor”.
El contenido del manifiesto también denuncia el tipo de sociedad que estamos construyendo, “donde las relaciones se están debilitando y donde los lazos personales se rompen o se mueven desde claves utilitaristas o economicistas”. Junto a ello, también muestra la preocupación sobre la realidad del trabajo que impide, en muchas ocasiones, “una vida digna que posibilite salir de la exclusión y de la pobreza”.
Por todo ello, efectúa las siguientes peticiones a los diferentes colectivos implicados:
A la ciudadanía: el sinhogarismo es siempre una vulneración de Derechos que tiene solución. Por ello, es importante superar prejuicios y miedos, y aproximarnos con sumo respeto y delicadeza a estas personas: solo cuando descubrimos en ellos caras y rostros concretos, se nos permitirá afrontar el problema que tiene solución desde la clave de la relación y de la humanidad. Lo que nos humaniza es la relación.
A las entidades sociales: agradecemos el innegable trabajo que realizan en nombre de todos y todas. En ese sentido, hay que seguir impulsando espacios de coordinación y trabajo en red, de cara a avanzar en respuestas adecuadas y eficaces a situaciones de prevención del sinhogarismo.
A los medios de comunicación: les pedimos una información sensible y no estereotipada de la realidad de las personas en situación de sin hogar, donde se incorpore el discurso y narrativa de las propias personas afectadas por el sinhogarismo.
A las administraciones públicas: reclamamos el desarrollo de unas políticas públicas de prevención del sinhogarismo reales, que se anticipen a la pérdida del hogar y que garanticen el acceso a los recursos adecuados, así como el impulso de medidas de acceso a una vivienda pública de alquiler social. Igualmente nos parece importante que se potencien empresas sociales de inserción y cooperativas sin ánimo de lucro como espacios privilegiados donde avanzar en procesos de inclusión junto con aquellas personas que lo tienen difícil en el mercado laboral convencional.
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