El Pregón de Semana Santa pone el acento en la Liturgia, donde se hace presente el Misterio Pascual de Cristo
El Pregón Diocesano de Semana Santa, organizado por la Junta de Cofradías y Hermandades de Semana Santa, ha puesto de manifiesto que «en la Liturgia está el corazón de la Iglesia, pues en ella se hace presente el Misterio Pascual de Cristo». No en vano, el pregonero de esta XXXI edición ha sido Antonio Sanfélix, Delegado Diocesano de Liturgia y Música Sacra desde hace doce años, quedando inaugurada esta próxima Semana Santa tras su brillante reflexión. El acto se ha celebrado esta tarde en la parroquia del Santo Ángel Custodio de La Vall d’Uixó, y ha sido retransmitido en directo por varias televisiones locales y regionales.
Ha sido presidido por nuestro Obispo, D. Casimiro, contándose también con la participación del párroco del Santo Ángel y Consiliario de las Cofradías La Vall d´Uixó, Vicente Borja, del Delegado Diocesano de la Junta de Cofradías y Hermandades de Semana Santa, Pascual Luis Segura, y del Consiliario Diocesano para la Junta, Federico Caudé. Además, han asistido los miembros de la Junta Coordinadora de Cofradías de Semana Santa de La Vall d´Uixó, representantes de las Cofradías de la Semana Santa de toda la Diócesis, y autoridades.
Sanfélix estudió en el seminario diocesano Mater Dei de Castellón. Cursó los estudios de Teología en la Facultad San Vicente Ferrer de Valencia y en la Universidad de Navarra. Posteriormente se trasladó a Roma, donde realizó los estudios en Sagrada Liturgia en el Pontificio Instituto Litúrgico. Fue ordenado sacerdote en Castellón en 2001. Actualmente es Canónigo Maestro de Ceremonias de la S. I. Catedral Basílica de Segorbe, párroco de de Ntra. Sra. de la Asunción de Chilches y de El Salvador de La Llosa.
Es oriundo de La Vall d’Uixó, y siempre ha estado muy vinculado a la Semana Santa del municipio, perteneciendo a la Cofradía de la Purísima Sangre y Santo Sepulcro, y durante unos años también a la Cofradía de Granaderos de la Virgen. En el año 2012 fundó la Cofradía de la Virgen de los Dolores en Chilches, impulsando las celebraciones de la Semana Santa e instaurando un Ciclo de Música Sacra. En el año 2017 fue el Pregonero de la Semana Santa de La Vall d´Uixó.
En su intervención no ha dudado en realizar un recorrido histórico a las celebraciones litúrgicas de Semana Santa. De hecho, «se cumplen ahora 70 años desde que el Papa Pío XII iniciaba una audaz reforma en las celebraciones litúrgicas de Semana Santa», teniendo como fin «recuperar la Pascua como centro del año de la vida cristiana y de restablecer en su justa forma la celebración del Triduo Pascual», ha dicho.
Ha recordado también cómo el Concilio Vaticano II a su vez, sobre todo en la constitución litúrgica «Sacrosanctum Concilium», «puso de nuevo de nuevo en relieve, conforme a la tradición, el Misterio Pascual de Cristo, y recordó que de él reciben su fuerza todos los sacramentos y sacramentales». Siguiendo estas reformas de la liturgia de la Semana Santa, ha hecho un recorrido analizando y profundizando en las celebraciones litúrgicas de cada uno de los días del Triduo Pascual, que constituyen el centro y corazón del Año Litúrgico y de la Semana Santa para ayudar, como pedía el Concilio, a una participación de los fieles consciente, activa y fructuosa.
El Triduo Pascual
«Comienza con la Misa vespertina de la Cena del Señor, el Jueves Santo al atardecer», ha indicado, y «sigue con el Viernes y Sábado Santos, que no son preparación a la Pascua, sino que ya son Pascua, y que termina en el Domingo de Resurrección». Es «el Triduo del crucificado, sepultado y resucitado», y «constituye en si mismo una unidad celebrativa que invita a una participación completa en sus celebraciones durante los tres días», ha resaltado.
Jueves Santo, la Cena del Señor
Es una Misa que constituye el pórtico del Triduo Pascual, y «que debe celebrarse por la tarde», decía invitando a los fieles a participar, tanto en esta celebración como en el resto. Tal y como ha indicado el pregonero, en ella son tres los misterios que se recuerdan, «la institución de la Eucaristía, la institución del Orden sacerdotal y el mandamiento del Señor sobre la caridad fraterna». Es importante también que se mantenga el signo del lavatorio de los pies, aunque «este año, por causa de la pandemia no podremos realizarlo», significando «el servicio y el amor de Cristo que ha venido, no para ser servido, sino para servir».
Viernes Santo, la Pasión del Señor
Es el primer día del Triduo, y su celebración «se centra en la inmolación del Cordero que quita el pecado del mundo y en la señal de su muerte gloriosa en la Cruz», ocupando la Pasión del Señor el centro de la liturgia, ha explicado. Es una celebración «austera y sobria, pero no exenta de majestad», y su estructura se compone de «la liturgia de la Palabra, la adoración de la Cruz y la comunión».
Sábado Santo, la Sepultura del Señor
Es el segundo día del Triduo, en el que «la Iglesia permanece junto al sepulcro del Señor meditando su Pasión y su muerte, su descenso a los infiernos, y esperando en la oración y en el ayuno su resurrección».
La Vigilia Pascual
Este es el día en que actuó el Señor, sea nuestra alegría y nuestro gozo.
Este es el día en que Cristo, nuestra Pascua, ha sido inmolado.
Entre el sábado y el domingo, al comenzar la noche se inicia el tercer día del Triduo. «Es una noche de vela en honor del Señor, y la Vigilia que tiene lugar en la misma, conmemorando la noche santa en que el Señor resucitó, ha de considerarse como la madre de todas las vigilias», se trata pues de «la suprema y la más noble de todas las solemnidades del Año Litúrgico». Aunque a causa de las restricciones y del toque de queda, «paradójicamente, 70 años después de la reforma de la Vigilia Pascual, volveremos a iniciar la celebración de la Vigilia a la luz del día».
El pregonero ha resaltado que esta es «la noche más cargada de sentido, es el paso de Dios en la historia de su pueblo, es el paso de Israel a través del Mar Rojo a la Tierra Prometida, es el paso de Cristo a la nueva existencia, y todo eso ahora se aplica a nosotros, la Iglesia de Cristo, y se celebra mistéricamente en el Bautismo y en la Eucaristía de la noche Pascual, para que también la Iglesia y cada cristiano pasemos de la muerte a la vida, del pecado a la gracia, porque la resurrección de Cristo es el fundamento de nuestra fe y de nuestra esperanza».
Durante el transcurso del acto de este Pregón Diocesano ha intervenido el Coro parroquial del Santo Ángel de La Vall d´Uixó, bajo la dirección de Juan Felipe Durá Llopis, que ha interpretado varias piezas de polifonía de Semana Santa.
El Delegado Diocesano de la Junta de Cofradías y Hermandades de Semana Santa, Pascual Luis Segura, en su intervención ha manifestado su más profundo desacuerdo y rechazo a la Ley Orgánica de Regulación de la Eutanasia, aprobada el pasado jueves por el Congreso de los Diputados, manifestando públicamente «nuestro compromiso por la defensa de la vida, que es un don de Dios, merecedor de la más alta dignidad, protección y respeto, y nos adherimos a las manifestaciones realizadas en tal sentido por la Conferencia Episcopal Española y por nuestro Obispo Diocesano».
El Obispo, tras agradecer las palabras de Antonio Sanfélix en el Pregón, ha dicho que la Semana Santa será diferente pero no se suprime, «siempre se celebrará mientras haya un cristiano», y será más vivida, más fructuosa y más consciente, «para que vayamos al núcleo de nuestra fe, que es Cristo Jesús, muerto y resucitado para que en Él tengamos vida, tengamos esperanza, tengamos fuerza para seguir caminando en esta vida sembrando el Reino de Dios».
D. Casimiro, tras el acto ha bendecido la restauración del Santo Sepulcro y la imagen del Santísimo Cristo yacente.
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