La parroquia de La Asunción de Nuestra Señora de Onda inicia las celebraciones de los mártires de 1936
Desde hoy, 30 de julio, hasta el 12 de septiembre, la Comunidad Parroquial de La Asunción de Nuestra Señora de Onda es convocada alrededor del altar para dar gracias al Señor por el modelo de vida e intercesión de unos hermanos nuestros que en medio de la persecución fueron constantes en la fe y en la caridad, llegando a dar sus vidas por amor a Jesucristo y a la Iglesia.
Se trata de los Beatos mártires, de los Siervos de Dios y sus compañeros, que murieron asesinados en la violenta persecución contra la Iglesia en España de 1936, en este caso en nuestra Diócesis, concretamente en Onda, donde, como hemos dicho, son celebrados de un modo muy especial durante estas semanas.
- 30 de julio, Fiesta del Beato Vicente de Paúl Canelles Vives y compañeros, mártires. Natural de Onda, era Hermano la Orden Hospitalaria de San Juan de Dios. Martirizado en Calafell (Tarragona) el 30 de julio de 1936, a la edad de 42 años, junto a los 14 hermanos de la comunidad. Fue beatificado el 25 de octubre de 1992 por el Papa San Juan Pablo II.
- 7 de agosto, aniversario del Siervo de Dios Mn. José Martí Querol: sacerdote natural de Cinctorres, coadjutor de la parroquia de la Asunción de Onda, conocido como el “Vicariet”, fue martirizado el 7 de agosto de 1936. A los tres jóvenes que estaban junto con él encarcelados en Vila-real les dijo: “Hoy día de la Transfiguración del Señor, habrá fiesta en el cielo. Buen día para entregarle a Dios nuestra alma. Si nos llega la hora del sacrificio, hemos de entregar y ofrecer nuestras vidas por el triunfo de la Religión y la salvación del Estado Español. No hay mejor dicha que morir por Dios”.
- 17 de agosto, aniversario del Siervo de Dios Mn. Joaquín Castelló Manuel: sacerdote martirizado el 17 de agosto de 1936, no se sabe el lugar. Se despidió de sus compañeros sereno y contento, diciéndoles: “¿Qué gloria mayor que morir por nuestro maestro?”.
- 20 de agosto, aniversario del Siervo de Dios Mn. Vicente Canelles Gaya: sacerdote natural de Onda, donde fue martirizado el 20 de agosto de 1936. Era párroco de Tales. A sus verdugos les diría mientras agonizaba: “Muero por el honor de ser sacerdote; de estas piedras que riego con mi sangre hará surgir Dios nuevos sacerdotes”.
- 11 de septiembre, Fiesta del Beato José Mª Piquer (OD) y compañeros, mártires, y Siervos de Dios (Betxí) y compañeros. Mosén José Mª Piquer Arnau, natural de Onda, era sacerdote de la Hermandad de Sacerdotes Operarios del Sagrado Corazón de Jesús, formaba a futuros sacerdotes. Fue martirizado junto a trece sacerdotes y doce laicos en Betxí el 11 de septiembre de 1936. De ellos, doce presbíteros y un laico están en la causa de canonización. Mn. José María fue uno de los 522 mártires beatificados el 13 de octubre de 2013 en Tarragona.
- 12 de septiembre, aniversario de los Siervos de Dios Mn. Ángel García Muñoz, Mn. Juan y Mn. Joaquín Gaya Dualde y un compañero. Juan y Joaquín Gaya Dualde fueron dos hermanos sacerdotes de Onda que fueron capturados y martirizados junto al seglar Vicente Martí, en la carretera de Vila-real el 12 de septiembre. El sacerdote Mn. Ángel García fue martirizado el día siguiente, también en Onda.
Domingo José Galindo, párroco de La Asunción de Nuestra Señora de Onda, ha explicado que “son un grupo de 35-40 personas que fueron perseguidas por su fe y por su fidelidad a la Iglesia”. Muchos de ellos son presbíteros, otros laicos, y “en un tiempo de hostilidad hacia la Iglesia y de persecución fuerte y violenta dieron testimonio derramando su sangre”.
En total son seis celebraciones, indica el párroco. Las de los Beatos, el 30 de julio y el 11 de septiembre, son de carácter festivo. “Se celebra la Eucaristía propia del día, con los textos propios, con las reliquias”. Y las otras cuatro son aniversarios, en los que “recordamos el día exacto en el que sufrieron el martirio celebrando la Eucaristía, con una oración especial al inicio, y teniendo presente en las peticiones a la Iglesia perseguida, al proceso de canonización…, y cuando acaba la celebración vamos en procesión a orar a la Capilla de la Comunión, donde están los restos de los Beatos y de los Siervos de Dios”.
Domingo José Galindo está convencido de que la sangre derramada de estos mártires da frutos, ya sea a nivel individual o comunitario. “A mí me gusta llamarles `nuestros hermanos´, porque forman parte de la historia de nuestra familia, y nos han dejado el testimonio de una vida de amor a Jesús y a la Iglesia, y sin duda alguna eso es fecundo”. Por eso también es necesario recordarlos y tenerlos presentes.
“De hecho, creo que las comunidades de nuestra Diócesis han sido fecundadas por su testimonio”, continúa, ya que “después de lo que supuso el conflicto de la Guerra Civil y de la persecución, ha habido frutos vocacionales, y el mismo testimonio de perdón que ellos dieron invitó a las familias y a las propias comunidades a que se perdonaran y reconciliaran”. “No tenemos que tener prejuicios”, y debemos presentarles “ese testimonio cristiano y de fe a los niños de la catequesis, por ejemplo, o a las familias más jóvenes”.
Estos sacerdotes y laicos fueron asesinados por odio, pero murieron perdonando, y este puede ser el mejor ejemplo de perdón, de reconciliación y de paz en la sociedad actual, con un clima social tenso, con la política crispada y la sociedad enfrentada. Además, “que la Iglesia reconozca a los mártires no parte de un revanchismo, es buscar un testimonio de fe y de perdón, que nos lo podemos aplicar todos”.
Domingo recuerda las palabras del Papa Juan Pablo II solicitando que «no prevalga la espiral del odio y la violencia”, y esa espiral de la violencia “no se rompe si no hay alguien dispuesto a perdonar, y ellos lo fueron”. “Nuestro testimonio como cristianos y como Iglesia, y particularmente cada uno, es romper esa espiral de `tú me la haces, me la tienes que pagar´, pues el cristiano es aquel que está dispuesto a romper ese círculo vicioso”.
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