Profesión perpetua de las Esclavas del Stmo. Sacramento
Este mismo domingo segundo de Pascua ha sido la Profesión de votos perpetuos de dos hermanas Esclavas del Santísimo Sacramento y de la Inmaculada. El acto, comenzado a las 10 de la mañana y presidido por Monseñor Casimiro López Llorente, ha dado lugar en el Real Monasterio de la Purísima Sangra de Cristo y del Glorioso San José.
Como ya se anunció hace unos meses, durante la primera semana del tiempo cuaresmal, las madres Azuzena de María y Lidia Marisol del Niño Jesús realizaron unos ejercicios espirituales como preparación para la profesión perpetua que han realizado hoy mismo, Domingo de la Divina Misericordia. Ya en su momento, la madre superiora de la comunidad, Carmen de Jesús, calificó este acontecimiento de «muy importante» por su carácter rejuvenecedor tanto para la congregación como para la «continuidad de oración por la Iglesia, el mundo y los sacerdotes«.
Cinco esclavas para hacer profesión perpetua
En esta ocasión, y con Don Casimiro López Llorente como presidente del solemne acto, son dos las madres esclavas del propio convento quienes han confirmado su profesión perpetua: Madre Lidia Marisol del Niño Jesús llegó a la congregación con apenas 14 años desde Guatemala, y ha realizado los votos con 25; Madre Azuzena de María también es guatemalteca, entró a los 19 años y ahora tiene 28. A ellas se han sumado otras tres hermanas de otros conventos: Margarita de Jesús, Paulina de la Santa Faz y Alida de la Inmaculada.
Ya en la homilía, el señor obispo ha comenzado dando las gracias a todos los presentes, con especial énfasis a las hermanas esclavas y su capellán, don José Antonio Gaya. Seguidamente ha aprovechado el tiempo pascual para recuperar su misterio escondido, en el que «Dios nos muestra de un modo supremo su amor«. De este modo aseguraba que «la misericordia de Dios nos llega a todos a través del corazón de Cristo crucificado», acto que necesariamente exige que «nuestro corazón se llene de alegría al ver a Jesús resucitado, que hoy nos dice «paz a vosotros»».
Don Casimiro ha dirigido también unas palabras de ánimo a las hermanas esclavas, exhortándoles a ver cómo en la celebración misma «se muestra una vez más el amor» que Dios les tiene, el mismo Señor que les iba a hacer «testigos y mensajeras de su amor«. Por esto mismo les ha invitado diciendo: «debéis ofrecer vuestra profesión a vuestra comunidad, a vuestra congregación, a la Iglesia y a la humanidad».
Por último, les ha expresado la urgencia de que fijaran la mirada en Jesucristo, «presente en la Eucaristía», en todo momento haciéndolo «con gratuidad y generosidad, buscando siempre la comunión». Monseñor ha terminado la homilía diciendo claramente a la asamblea que «quien aspira a la felicidad verdadera encuentra su secreto solo en Cristo«.
Invitación a participar de la oración
Con gran fidelidad a su carisma, las Esclavas del Santísimo Sacramento realizan la adoración perpetua de día y de noche, un momento propicio de acercamiento a Cristo que se posibilita a los fieles. El acceso a la iglesia del antiguo convento de las Capuchinas está permitido todos los días de 7 a 14 horas y de 16.30 a 20.30h.
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