«Tengamos la fiesta en paz», la comedia con sello católico de estas Navidades se estrena esta tarde en Castellón
El director, Juan Manuel Cotelo, ha concedido una entrevista a «El Espejo de la Iglesia diocesana», este mediodía
Esta tarde se estrena en cines la película que pone en valor la institución familiar. “Tengamos la fiesta en paz”, del periodista, director, guionista, productor y actor Juan Manuel Cotelo. Una divertida comedia que llega a la cartelera en este Tiempo de Adviento y que nos llega como un auténtico regalo.
En plena vorágine de promoción, Juan Manuel Cotelo ha concedido una entrevista a “El Espejo de la Iglesia” que se ha emitido este mediodía en Cope Castellón.
¿Cómo y por qué surge “Tengamos la fiesta en paz”?
Surge de varios detonantes. El primero el hecho de conocer a tantas familias que se quieren mucho y están unidas, pero también a aquellos matrimonios que celebran sus bodas de oro viendo que son modelos de conducta y de vida que son apetecibles para cualquiera porque todos deseamos tener una familia unida. Pero también, en contraste ver familias que se están rompiendo con la tristeza que eso genera… y de esos dos extremos surge le deseo de hacer algo que ayude a querernos más en los hogares. Además se sumó que tras la película que hicimos sobre el perdón (“El mayor regalo”) había una historia de reconciliación entre dos esposos que parecía una historia que estaba rota para siempre pues estuvieron siete años separados y nadie apostaba un céntimo por ellos… nosotros contamos su reconciliación y para sorpresa nuestra fue la historia de la que recibimos más reacciones… gente que nos llamaba para dar las gracias, matrimonios que tras ver la película también se reconciliaron… y so fue el detonante final porque si esta historia que ha durado diez minutos ha ayudado a tantas familias, hagamos una película entera que, en clave de humor, de música y navideña, por ser una fiesta familiar, y veamos qué sucede. En definitiva, esos han sido los componentes de “Tengamos la fiesta en paz”.
¿Nos puede detallar la sinopsis?, ¿en torno a qué protagonistas se desarrolla la trama?
La trama gira en torno a una travesura infantil, cuyos componentes más importantes es que haya música y fiesta y al ser navideña hemos querido que la Sagrada Familia, como protagonistas auténticos de la Navidad, estén presentes y no como figuras decorativas, sino como verdaderos protagonistas que pueden ayudar mucho en la resolución de los conflictos familiares.
Juan Manuel, todas las producciones tiene una intencionalidad comunicativa, ¿cuál es el mensaje que se pretende trasladar al espectador?
Cada espectador se llevará su propio mensaje porque no hay dos espectadores iguales, pero en general se trata de una invitación amable a querernos más que se traduce en estar por encima de las discusiones antes de que lleguen a mayores, que se traduce en pequeños actos de servicio de unos a otros en casa. Realmente la unidad familiar no es una cuestión de suerte… algo habrán hecho y descubres que el amor en la familia se va creando a base de pequeños servicios unos a otros, desde hacer la comida, servir la mesa, planchar y, sobre todo, cerrar la boca a las discusiones, no alimentarlas, respetarnos y querernos con las diferencias de cada uno… eso es lo que va formando una unidad familiar. Hoy se nos dice desde muchos puntos que si te cuesta la relación con alguien: ¡corta!… y así vamos cortando con hermanos, con padres, con hijos, con la esposa, con el esposo, con los suegros, con el yerno y a lo mejor no es tan grave como para cortar una relación por una discusión, al final la película recoge un conjunto de mensajes.
El otro día, al salir de la premier en Madrid una persona me decía un espectador que tenía muchas ganas de llegar a casa para besar a su esposa y pensé que ese era el mensaje que él se llevaba, la necesidad de querer un poquito más a su esposa.
Tras la premier, la crítica ha aplaudido las temáticas de trasfondo que aborda esta trama tan divertida… sobre todo por la defensa del matrimonio y la familia… el perdón, la defensa la vida, o valores tan necesarios en la sociedad actual como el respeto, la aceptación del otro, la madurez afectiva…al final ¿todo es tan fácil como servir y amar a ejemplo de la Sagrada Familia?
…Y al ejemplo de nuestros abuelos!. Tengo 55 años y recuerdo que a mis 15 años lo normal era que las familias se quisieran, era normal respetar a los padres…¡claro que ha habido conflictos!, pero desde que Caín mató a Abel empezaron los problemas familiares…. Pero lo cierto es que había una cultura de la unidad familiar y creo que aquí la bomba cultural educativa que nos ha salpicado a todos es el desprestigio de las palabras servicio y esfuerzo. Servir y sacrificarse parece que está feo, lo aplaudimos en los deportistas, igual que aplaudimos el trabajo en equipo… sin embargo trascendemos del deporte y pasamos a nuestras familias y parece que todos somos competidores, hasta incluso enemigos porque quien no piensa como tú es tu enemigo y ¡no!… quien no piensa como tu es mi hermano, mi esposa, mi hijo, mi vecino o mi compañero de trabajo… y eso no les convierte a ninguno de ellos en mis enemigos. Todos tenemos una tarea de fondo que es recuperar los valores familiares que siempre han estado ahí y que realmente nunca se van a perder porque somos adictos al amor y todo lo que construya amor favorece; y todo lo que va en contra y favorece el egoísmo lo estropea.
Juan Manuel parece que en estos tiempos es pecado ser católico, creer y valorar la familia… qué contradicción que la familia sea una de la institución más valorada y atacada al mismo tiempo, ¿cómo ayuda la fe a vivir y revivir la familia?
La fe es la confianza en que Dios nos ayuda y nos acompaña; es la confianza de que no estamos solos y que estamos vigilados y sostenidos por un Padre…¡wowww!… es que la palabra es fuerte ¿no?. No tenemos un Dios hacedor de personas o fabricante de seres humanos, ¡no!,… ¡tenemos un Padre! y de ahí vivimos nuestra paternidad. El que yo sea padre de mis hijas es porque participo de la paternidad divina; y cuando decimos que todos somos hermanos, no es una frase bonita, es porque tenemos un Padre común y por eso podemos decir que somos hermanos, sino ¿de qué?… puede parecer poético pero esto no es poesía, esto es verdad. Al final la fe, la confianza en Dios nos ayuda en todas las facetas de nuestra vida, absolutamente en todas, y debemos confiar en Él porque la fe no es un examen teórico que apruebas y te dan el título del Bautismo, el de la comunión o el del matrimonio… y cuando surge una dificultad, por ejemplo en el matrimonio, recurres a la fe mediante una oración bien sencilla: ¡Dios mío, ayúdame!… ahora en Navidad y durante todo el año puedes recurrir a la Virgen María, a San José, al Niño y decirles. ¡Hey que sois familia, ayudadme!… En definitiva, uno puede convertir todo esto en algo simplemente bonito o ponerlo a prueba y jugársela con un acto de fe, con una oración y vemos que sí, que ayuda.
En Castellón, “Tengamos la fiesta en paz” se puede ver desde esta tarde en las salas de cine de La Salera.
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