«Vivimos el matrimonio poniendo a Dios en el centro»
En un mundo como el actual, en el que se ha relativizado el amor, hoy especialmente, como ha dicho en alguna ocasion el Santo Padre «se necesita la gracia de Cristo y la ayuda de los santos para poder vivir la vida matrimonial para siempre” (Audiencia General, junio de 2017). Del mismo modo tal como recoge la exhortación apostólica Amoris Laetitia, el Papa Francisco explica que el casamiento no es el final del camino, pues el matrimonio es “una vocación que los lanza hacia adelante, con la firme y realista decisión de atravesar juntos todas las pruebas y momentos difíciles”.
Por ello, hoy 14 de febrero, hemos querido entrevistar a un matrimonio cristiano, como es el de José Carlos y Lidón. Casados desde 1989, tienen dos hijos (18 y 16 años respectivamente) y forman parte de «Equipos de Nuestra Señora» desde hacen 20 años. Han pasado por todo tipo de etapas pero lo más importante es que se han sentido «acompañados en todo momento» en su matrimonio, compartiendo tanto las dificultades como los éxitos de los matrimonios que forman el equipo que dirigen, «ayudándonos mutuamente unos a otros», tanto a nivel humano, material y espiritual. Aseguran que ser conscientes del amor de Dios «facilita mucho las cosas».
Habladnos de ENS, ¿Cuál es el carisma de este movimiento?
El movimiento Equipos de Nuestra Señora E.N.S. , está formado por matrimonios de diferentes edades y condiciones, que se comprometen a ayudarse mutuamente a crecer, a vivir su matrimonio dentro de la realidad cotidiana poniendo a Dios en el centro. El carisma del movimiento es la espiritualidad conyugal, es basar nuestra vida familiar en el Evangelio, como una forma de vivir en pareja en el mundo de hoy.
Los matrimonios que formais parte de ENS hacéis vida en equipo, ¿qué significa?, ¿cómo la hacéis?
Las parejas de los ENS constituimos equipos, cuyos miembros compartimos el interés por progresar y para ello seguimos una metodología concreta. Nos reunimos, mensualmente, en casa de cada uno de los matrimonios (ahora vía Zoom, Meets, Whatsap…), y ponemos en común las vivencias personales y de pareja, compartiendo experiencias de las diferentes etapas del matrimonio, y reflexionamos sobre temas de actualidad relacionándolos con la fe. También hacemos regularmente reuniones de amistad (aquí no falla nadie), tiempo que pasamos juntos en ambientes cotidianos y distendidos, que nos ayudan a conocernos mejor.
¿Cuáles son los medios que permiten vuestro crecimiento personal y matrimonial?
En todos los equipos el Consiliario es un miembro más, que nos acompaña y participa igualmente de la vida en equipo. En nuestro caso CS-3, Jose María Marin es el consiliario desde el principio y nos aporta su visión realista y sencilla del mundo, desde su servicio en la Frater.
¿Qué ha aportado a vuestro matrimonio?, ¿cómo os ha ayudado y os ayuda?
Los medios concretos que propone ENS para el crecimiento personal y del matrimonio son la oración personal y la invitación a encontrarse personalmente con Dios. También reservamos un tiempo para orar juntos …cosa nada fácil…Escuchar, que no oír, asiduamente la Palabra de Dios y, al menos una «sentada» mensual, es decir, tiempo para dialogar de nuestras cosas, de forma sincera y poniendo a Dios en medio. También se organiza un retiro anual para reflexionar (es mejor si se hace en pareja). La «regla de vida» que supone fijarse acciones concretos de mejora personales y conyugales. En cualquier caso, hay que destacar que a partir de estas propuestas generales, cada pareja vive a su propio ritmo el compromiso del planteamiento que se hace desde Equipos de Nuestra Señora.
San Valentín, sacerdote y mártir protector del Santo Sacramento del Matrimonio
El martirologio romano recoge dos santos con el nombre de Valentín. Uno, Obispo de Interamna (San Valentín de Terni) y el otro, sacerdote de Roma (San Valentín de Roma). Del primero, los historiadores destacan su evangelización, milagros y curaciones. Fue arrestado, torturado y decapitado por Plácido Furius durante la persecución de Aurelius. Del segundo, San Valentín de Roma, y según recogen los textos de Legenda Sanctorum de Jacobus de Voragine y en la Crónica de Nuremberg (1493), fue un sacerdote de gran valentía y carácter que no solo protegía a los cristianos, sino que además casaba a los soldados pese a la prohibición expresa del entonces Emperador de Roma, Claudio II, que pensaba que un hombre sin familia estaba más comprometido con el emperador y centrado en la batalla. Fue perseguido por su fe, martirizado y decapitado el 14 de febrero del año 269 d.C. en Via Flaminia.
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